Las autoridades francesas informan de que la región de París podría tener que enfrentarse a nuevas restricciones a medida que las nuevas variantes del virus llenen las unidades de cuidados intensivos y los suministros limitados de vacunas reduzcan los esfuerzos de inoculación. 

Aviones medicalizados han trasladado a pacientes del área de París a regiones menos saturadas durante el fin de semana. 

"Si tenemos que cerrar, lo haremos", dijo hoy el director de la agencia nacional de salud, Jerome Salomon, en la televisión BFM. "La situación es compleja, tensa y está empeorando en la región de París". 

Salomon reconoce que el toque de queda impuesto a las 18 horas a nivel nacional "no ha sido suficiente" en algunas regiones para evitar un aumento en los casos, en particular de la variante británica. 

El gobierno francés ha estado confiando en los toques de queda durante meses, junto con los cierres a largo plazo de restaurantes y algunas otras empresas, para tratar de evitar un nuevo y costoso cierre. Pero los brotes localizados están generando dudas sobre la estrategia del gobierno para combatir los virus. 

Salomon informa de que Francia tiene más personas en cuidados intensivos por COVID-19 y otras dolencias, alrededor de 6.300, que el número total de camas de UCI que tenía al inicio de la pandemia. 

Francia ha informado de 90.315 muertes relacionadas con el coronavirus, una de las cifras de muertes más altas del mundo.

lavanguardia