
José Luis Camacho Acevedo
Cuando menos hace 20 años la secretaría de Hacienda no había tenido una injerencia en los planes de PEMEX.
Uno de los cabildeos que debió tejer muy
finamente la presidenta Claudia Sheinbaum antes de anunciar el Plan de Rescate
para PEMEX el pasado martes, debió haber sido el conciliar con el titular de
Hacienda, Edgar Amador, la secretaria de energía, Luz Elena González y el
director de PEMEX, Víctor Rodríguez, una estrategia que desterrara
definitivamente esa falta de coordinación entre las tres entidades mencionadas
y que, desde hace 20 años, cada ciclo sexenal venía agravando tanto la
capacidad de refinación de la petrolera, como el endeudamiento que se requería
para atender el déficit que esa disminución en la refinación ocasionaba.
Los especialistas dicen que la nueva política
que la presidenta Sheinbaum plantea para lograr el rescate de PEMEX es
divergente de lo que solo en el discurso habría propuesto su antecesor Andrés
Manuel López Obrador.
Y ratifican la mayoría de los expertos en
temas energéticos que en López Obrador solamente era un discurso lo que tenía
como plan para PEMEX.
Lo cierto es que el anterior director, Octavio
Romero Oropeza, realizaba sus operaciones sin tomar en cuenta las previsiones
contenidas en los criterios generales de Hacienda al elaborar sus presupuestos
anuales.
Claudia Sheinbaum, conformando un verdadero
equipo coordinado entre Hacienda, Energía y PEMEX, ha enviado un mensaje de
certidumbre tanto a inversionistas como a los contribuyentes sore el futuro de
la más importante empresa paraestatal del gobierno. Plantea una estrategia
financiera y operativa que reduzca la abultada deuda que oscila entre los mil
millones de dólares.
La primera señal de la mencionada estrategia
es la emisión de bonos por 12 mmd para que desde Hacienda se cubran
vencimientos de deuda y préstamos bancarios. La reacción internacional a la
medida fue inmediata: Fitch elevó, por primera vez después de once años de
cifras negativas, la calificación crediticia de PEMEX.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público
(SHCP) seguirá apoyando financieramente a Pemex en 2025 y 2026, pero a partir
de 2027, la petrolera ya no requerirá de ayuda para pagar su deuda, ya que
podrá hacerlo con recursos propios, afirmó la presidenta Claudia Sheinbaum
durante la presentación del Plan Estratégico de la petrolera2025-2035.
Para lograr este objetivo, el Gobierno de
México planificó un plan detallado de las inversiones que realizará Pemex en lo
que resta de este año y el próximo, lo que le permitirá generar ingresos
suficientes para pagar sus vencimientos de deuda, que ascienden a 320 mil
millones de pesos tan solo en 2025.
La presidenta Claudia Sheinbaum dijo de manera categórica:
“Pemex y CFE regresan a ser empresas del pueblo de
México. Y nuestro compromiso de que van a ser empresas operadas eficientemente
y que brindarán servicios, combustibles y electricidad a precios accesibles
para todas y para todos”.
Aseguró que esta reforma es un eje estratégico para
el desarrollo nacional, ya que Pemex y CFE dejan de ser consideradas empresas
productivas del Estado, como lo planteaba la reforma del 2013 y vuelven a ser
públicas.
“Es importante que se sepa que hay un espacio
también para la inversión privada, es decir, Pemex y CFE regresan a ser
empresas públicas del pueblo de México y se mantiene un espacio para la
inversión privada, que quedará establecido con orden, con certeza, en las leyes
secundarias”.
No cabe duda de que la estrategia presentada por la
presidenta Sheinbaum se aleja totalmente del discurso fallido del pasado
inmediato.