Manuel Díaz
Con Peña, AMLO era adversario, con AMLO, Peña
goza de impunidad.
Obrador-Peña; un recuento interesante
A casi la mitad de la administración de Andrés
Manuel López Obrador, resulta interesante hacer un recuento de las diferencias
entre el gobierno de Enrique Peña Nieto y el del compañero presidente y
camarada.
Dichos y dislates
Peña Nieto fue un presidente poco afortunado
con escasa cultura y preparación académica, que fue víctima - quizá solo
superado por Vicente Fox- de la mofa general, del que se recuerdan infinidad de
dislates, como sus tres libros y la biblia; hacerse “bolas” al mencionar la
capital de Veracruz; no saber en qué estado se ubica Lagos de Moreno y
podríamos seguir…
Con López Obrador sucede lo mismo, pero mucho
peor, pues en menos de tres años ya superó a Enrique Peña Nieto y a Vicente
Fox. Con sus dichos, dislates y de plano su desconocimiento, lo marcan. Andrés
Manuel, es el presidente con menos cultura general que haya tenido este país.
Confundió a la esposa de Benito Juárez con la de Porfirio Díaz; dijo que
Vicente Guerrero dictó los Sentimientos de la Nación… y así en casi todas las mañaneras
aporta más y más al anecdotario con el que supera a sus antecesores.
Reformas constitucionales
A pesar de sus carencias, Peña Nieto realizó 11
reformas estructurales que pasaron un proceso de negociación con todas las
fuerzas políticas representadas en la Cámara de Diputados, incluyendo a Morena,
a través del “Pacto por México”. Este Pacto, que por cierto, lo coordinó uno de
los principales aliados y amigos de AMLO, José Murat Casab y votado por muchos
legisladores de la 4T.
Ahora AMLO considera que el "Pacto por
México", fue corrupción a pesar de que las iniciativas fueron modificadas
y acordadas.
López Obrador no promueve, cabildea, es más ni
discute con las fuerzas políticas representadas en el Congreso, no busca
acuerdos, simplemente impone su criterio como sucedió con la iniciativa de Ley
de la Industria Eléctrica, que no se le cambió ni una sola coma y, cualquier
propuesta distinta o contraria la descalifica como un ataque personal por parte
de sus adversarios conservadores y corruptos.
Corruptos e impunes
Hasta 2018, el gobierno que podría considerarse
como el más corrupto era, sin lugar a duda, el de Peña Nieto.
Sin embargo, durante esa administración se
procesaron y encarcelaron a funcionarios públicos, líderes sindicales y más de
10 gobernadores como Luis Armando Reynoso Femat de Aguascalientes; Roberto
Borge de Quintana Roo; Javier Duarte y Flavino Ríos de Veracruz; Guillermo
Padrés de Sonora; Tomás Yarrington de Tamaulipas; Jesús Reyna García de
Michoacán y de Tabasco, Andrés Granier Melo.
Se iniciaron procesos contra funcionarios de la
administración pública federal como es el caso de Rosario Robles y el ex
titular de PEMEX, Emilio Lozoya. Además, fue encarcelada la profesora Elba
Esther Gordillo, aliada en su momento de Salinas, Vicente Fox, Felipe Calderón
y hoy, ya en libertad, del compañero presidente y camarada.
La corrupción ha sido el signo distintivo en la
administración de AMLO en igual o mayor medida que en el de Peña. Frente a la
Casa Blanca, están las 25 casas del director de la CFE, Manuel Bartlett y las
seis de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval y el hecho
de que fueron exonerados por la propia secretaria en funciones.
Han sido solapados los presuntos actos de
corrupción de Amílcar Sandoval -hermano de Irma Eréndira- del ex super delegado
en Jalisco Carlos Lomelí; de sus familiares como Pío López Obrador y Felipa
Obrador; funcionarios como Ana Gabriela Guevara, Julio Scherer, Alejandro Esquer,
Rocío Nahle y muchos más. Para AMLO no importan las pruebas, quienes los acusan
son sus adversarios porque “estamos en temporada electoral”.
Hay tanta impunidad que otros, aunque
indiciados, gozan de plena libertad y de protección del gobierno como Emilio
Lozoya o Félix Salgado Macedonio.
Cuando fue detenido Alonso Ancira en una
entrevista expresó que su error fue “no haber estado con el Peje en sus
momentos de elección. No haberle metido dinero a la campaña”. “A lo mejor eso
hubiera suavizado o pavimentado muchas cosas”. Ya entregó dinero, ya está
libre.
Inseguridad
Aunque en el periodo de Enrique Peña Nieto la
inseguridad se incrementó, más que con Felipe Calderón, se detuvieron
importantes capos del crimen organizado; entre ellos los Zetas, Miguel Ángel y
Alejandro Omar Treviño, Joaquín el Chapo Guzmán y 21 integrantes más del cartel
de Sinaloa; a Vicente Carrillo Fuentes, alias “El Viceroy” del cartel de Juárez
y en Michoacán, la cúpula de los Caballeros Templarios quedó prácticamente
desmantelada.
En la administración de los abrazos no balazos
no se tiene control del crimen organizado y la violencia y las masacres siguen
a la orden del día. López Obrador saluda a la madre del Chapo Guzmán, deja en
libertad al Chapito y recibe al líder de la mafia rumana…
Poder Judicial
Para una impartición eficaz de la justicia, Peña
Nieto reformó el Sistema Penal que tenía más de 100 años con la participación
de las fuerzas políticas, organizaciones sociales, barras de abogados,
universidades y académicos. Con el nuevo sistema se privilegian los juicios
orales, la transparencia y la conciliación sobre el castigo.
Mientras que AMLO, desde “lo oscurito”, lanza
una reforma al poder judicial que violenta la Constitución al imponer la
extensión del mandato del actual presidente de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, Arturo Saldívar; porque, según él, es el único que puede llevar a
cabo su reforma y nadie más, porque a él ya lo bendijo y el resto de los
ministros dice: son corruptos.
Por cierto, este transitorio para la ampliación
del periodo del magistrado Zaldívar, fue presentado de último momento, sin que
lo supieran las fuerzas opositoras.
A López Obrador candidato le sobraba claridad
para señalar los errores y corruptelas de sus antecesores y no le faltaban
propuestas. Con el compañero presidente lamentablemente lo que hay es corrupción,
impunidad, autoritarismo, crisis económica, de salud y pobreza.
Un daño que podría ser irreparable a la
democracia y a la vida institucional y, claro la plena vigencia del pacto de
impunidad.
Con Peña, AMLO era adversario, con AMLO, Peña
goza de impunidad.