Philip Rivers era un chico encargado de recoger los balones en la secundaria. Un día comenzó a lanzarlos y se percató de que era capaz de colocarlos en el lugar que quisiera.
Emprendió el camino hacia el éxito.
Pese a que realizaba un extraño movimiento de brazo para enviar los pases como si fuera un lanzador de bala, obtuvo una beca universitaria. Se convirtió en la primera selección del draft y cumplió una carrera destacada de17 años en la NFL, con algunas de las cifras más destacadas de la historia.
El miércoles, el quarterback de 39 años anunció su retiro, tras pasar una sola temporada con los Colts de Indianápolis.
Cada año, el 20 de enero, es un día especial y emotivo. Es el día de San Sebastián, el día en que jugué una final de la AFC con un ligamento de la rodilla desgarrado, y ahora es el día en que, al cabo de 17 temporadas, anuncio mi retiro de la liga", dijo Rivers en una declaración difundida en el portal de internet de los Colts. “Gracias a Dios por hacer realidad mi sueño de niño de ser un quarterback en la NFL. Estoy agradecido con los Chargers por 16 temporadas, y los Colts por la 17ma”.
Rivers anunció su decisión menos de dos semanas después de que los Colts perdieron 27-24 en Buffalo por la ronda de comodines.
El mariscal de campo disputó sus primeras 16 temporadas con los Chargers de San Diego/Los Ángeles tras ser adquirido en un canje en el día del draft mediante el cual la primera selección del draft, Eli Manning, fue cedido a los Giants de Nueva York en 2004. Manning acabó consagrándose campeón en dos Super Bowls con los Giants y se retiró tras la pasada campaña.
El no haber podido ganar un Super Bowl es una de las escasas insuficiencias en el currículum de Rivers dentro una notable trayectoria en la NFL.
Rivers pasó sus primeros dos años en San Diego como suplente de Drew Brees. Asumió la titularidad cuando Brees fichó con Nueva Orleáns como agente libre.
Durante los siguientes 15 años, Rivers disputó cada partido. Fue titular en 252 de manera consecutiva, incluyendo los playoffs. Incluso salió a jugar pese a un desgarro de ligamento cruzado anterior en el duelo por el campeonato de la Conferencia Americana, tras la campaña de 2007.
Esto fue realmente importante para mí, y agradezco haber estado suficientemente saludable para jugar”, dijo Rivers en noviembre. “Sé que hay algo importante en estar disponible cada semana”.
Rivers acumuló 134 victorias en su carrera — el segundo número más alto entre los quarterbacks sin un anillo de Super Bowl — y es el octavo en la lista histórica. Sólo Tom Brady (230), Peyton Manning (186) y Ben Roethlisberger (156), Brees (172), Brett Favre (186), John Elway (148) y Dan Marino (147) cuentan con más triunfos en la temporada regular.
Rivers también se despide como el quinto en pases completos (5.277), yardas acumuladas en pases (63.440) y pases de touchdown (421).
Y no se frenó en 2020.
Fue desempeñándose mejor con el paso de la temporada — nada sorprendente al considerarse que tenía un nuevo equipo y tuvo poca preparación para poder entrar en sintonía con sus nuevos receptores debido a la pandemia de COVID-19.
En los primeros cinco partidos de los Colts, Rivers registró cinco intercepciones y cuatro touchodowns. En los últimos 12, sumó 22 pases de anotación y seis intercepciones.
Su porcentaje de pases completos (68%) fue el segundo más alto de su carrera, llevando a los Colts a una marca de 11-5 y su segunda clasificación a los playoffs desde 2015.
Lo hizo teniendo que disputar los últimos siete partidos con el pie derecho lesionado.
Rivers fue seleccionado ocho veces para el Pro Bowl y es dueño de casi todos los récords de pases de la franquicia de los Chargers.