Eduardo Ibarra Aguirre
Al cierre de la última semana
laboral de octubre llegaron a las audiencias muy buenas noticias económicas a
cargo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática sobre los
resultados del tercer trimestre, que arrojan un crecimiento del producto
interno bruto del 12%, luego del desplome sin precedente de 17.1% en
abril-junio por efecto de las restricciones aplicadas ante el avance de la
pandemia de covid-19 y la recesión económica global, con la excepción de la
República Popular China, cuna del SARS-CoV-2.
Respecto a las actividades, el avance en comparación con el trimestre
anterior es así: primarias (7.4%), secundarias (22%) y terciarias (8.6%). Y
persiste la recuperación del cerca de un millón de empleos formales perdidos,
de acuerdo al presidente Andrés Manuel. En agosto se recuperaron 92 mil 390
plazas; en septiembre, 113 mil 850 y, hasta el 29 de octubre, 211 mil 703
empleos, la cifra más alta de todos los octubres desde que se tiene registro.
De continuar la tendencia, hacia marzo del año próximo se volverá a los niveles
previos a la emergencia sanitaria, prevé López Obrador.
Previsiones económicas que no tienen credibilidad entre la élite de los
profesionales de la economía a la luz de los pronósticos formulados por López
Obrador para 2019, mas no se ven al espejo los que durante más de cuatro décadas
gobernaron o asesoraron a los gobernantes con resultados desastrosos como lo
puso en relieve el coronavirus al exhibir la naturaleza profundamente
excluyente en salud, empleo y salario del modelo del capitalismo salvaje, en crisis
que podría ser terminal.
Analistas que ponen el acento en regatear lo obtenido porque conciben es
obra de AMLO y no de los asalariados y empresarios mexicanos, de las políticas
de bienestar social y las abundantes remesas que envían nuestros paisanos desde
Estados Unidos, guiados por directrices que privilegiaron inyectar recursos en
la base y en medio de la pirámide socioeconómica, en demérito de las fórmulas
acostumbradas de rescatar a los consorcios por la vía del endeudamiento del
Estado, como lo hicieron los países industrializados con la notable excepción
otra vez del gobierno de Pekín.
Raúl Feliz, por ejemplo, hizo un cotejo entre el 12% de crecimiento
económico del tercer trimestre con la caída de 17.1% en abril-junio, en Atando
Cabos (Radio Fórmula) y la conductora Denise Maerker lo atajó: No estamos
hablando de milagros, sino de crecimiento económico. El profesional de la
impugnación al gobierno actual guardó silencio. Mario Maldonado (El Heraldo
Televisión) de plano le reclamó a AMLO que por no aplicar las tradicionales
políticas de rescate de los consorcios, el país no crece más. Demasiado
ideologizados por no decir dogmáticos.
Naturalmente que el ciclo de crecimiento no está garantizado con todo y
que después de sufrir su peor caída histórica en el segundo trimestre, la
economía de Estados Unidos rebotó en el periodo siguiente, para crecer a un
ritmo anualizado de 33.1%. O bien el nuevo paquete de inversión de la iniciativa
privada de 39 proyectos por un monto de 297 mil millones de pesos, de los
cuales siete ya están en marcha.
El mayor problema se localiza en un rebrote de covid-19 como en Europa,
más allá de Chihuahua que ya lo padece y las amenazas en Coahuila, Durango,
Jalisco y Nuevo León, con extraordinarios gobernadores sólo para hacer grilla
preelectoral y confrontarse con el presidente por supuestas razones fiscales y
antes ¡sanitarias!
La secretaria de Economía augura que en el escenario del rebrote
epidémico el gobierno federal prevé que el nuevo freno infligido a la economía
nacional no será tan impactante como en marzo y abril, dijo Graciela Márquez
ante la Cámara de Diputados, porque “ya contamos con más sectores esenciales,
entre los que se incluyen la fabricación de vehículos, minería y construcción”.
Qué así sea, pues los síntomas de relajamiento social son evidentes,
basta con usar el Metro capitalino para comprobarlo u observar las fiestas
clandestinas y abiertas.
Acuse de recibo
Falleció el obispo emérito de Tehuantepec,
Oaxaca, Arturo Lona Reyes, conocido como el obispo de los pobres aunque por
fortuna fue mucho más que eso. Murió a los 94 años y a un día de cumplir uno
más. En 49 años de labor pastoral superó 11 atentados y fue vencido finalmente
por el covid-19 que se multiplica… Para usted (http://www.forumenlinea.com/index.php/42-revistas/forum-en-linea-387/1545-de-nuestros-lectores): Los lloriqueos de los 650 (MCM). El
enciclopedista Humberto Musacchio se puso el saco enseguida. Teresa Gil: Los
derechos humanos no se pierden por ser funcionario. Obrador “habla y despotrica
contra los ciudadanos en las mañaneras”:
Musacchio. Marcos Leonel Posadas responde al periodista. López Obrador es “un
rotundo y decepcionante fracaso”, jura Musacchio. Sólo con su aportación es viable continuar: Forum
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