El Departamento del Tesoro de Estados Unidos publicó un informe sobre los resultados de los primeros seis meses de la implementación del Plan de Rescate Estadounidense en el que reveló que, desde que se firmó la ley en marzo pasado, el Departamento del Tesoro ha desembolsado aproximadamente 700,000 millones de dólares (de un total de 1 billón) en programas administrados por el dicha institución.
Estos apoyos, sumados a otros programas aplicados a raíz de la pandemia de la Covid-19 han tenido sus resultados en la dinámica económica. El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) aumentó a una tasa anualizada de 6.3% real en el primer trimestre de 2021 y 6.6% en el segundo trimestre.
Además, las ventas minoristas aumentaron 0.7% en agosto, un ritmo superior al esperado.
La inflación, por su parte, también registra niveles récord. En los 12 meses hasta julio, el índice de precios al consumidor avanzó 5.4%, con lo que hiló su cuarto mes por arriba de 5 por ciento. Lo que supone una mejoría en la capacidad de compra de los hogares estadounidenses.
“Seis meses después de la aprobación del Plan de Rescate Americano, nuestro país y nuestra economía están en un lugar más fuerte”, presumió el organismo en un informe revelado el jueves.
La batalla no está ganada
Pese a los datos de inflación y PIB, las solicitudes semanales de subsidio por desempleo en Estados Unidos incrementaron más de lo previsto a principios de septiembre, al registrarse las que no pudieron hacerse a finales de agosto a causa del huracán Ida, según datos publicados ayer por el Departamento del Trabajo.
Entre el 5 y el 11 de septiembre, 332,000 personas se inscribieron para recibir prestaciones por desempleo. Esto supone 20,000 más que en la semana anterior.
El retraso que han tenido las cadenas de suministro tanto por la pandemia como por fenómenos naturales, han llevado a los economistas a recortar sus estimaciones de crecimiento del PIB para el tercer trimestre.
Reuters reportó que los economistas de J.P. Morgan recortaron su previsión de crecimiento del PIB a una tasa anualizada de 5.0%, desde un ritmo de 7.0 por ciento. Goldman Sachs recortó a principios de mes su estimación a una tasa del 3.5% desde un ritmo de 5.25 por ciento.