Polémica en el sindicato petrolero
Gran polémica ha causado en el interior del sindicato petrolero que encabeza Ricardo Aldana el hecho de haber lanzado una convocatoria para la renovación de las dirigencias de las 36 secciones del sindicato y la secretaría general, en un hecho calificado por disidencias magisteriales como opaco y un “albazo”.
Y es que los estatutos del sindicato establecen que esta renovación debe llevarse a cabo entre octubre y noviembre, no en julio como pretenden las actuales autoridades. Posterior a ello debe llevarse la renovación de la secretaría general.
Sin embargo, las versiones al interior del sindicato y que han sido recogidas por distintos medios de comunicación señalan que la intención de Aldana es repetir en el cargo, antes de que Claudia Sheinbaum asuma la presidencia y su administración le niegue la toma de nota.
Es público que Aldana Prieto apoyó a Adán Augusto López en la contienda por la candidatura presidencial de Morena, lo que no habría sido bien visto por Claudia Sheninbaum y sus operadores políticos. Por ello una de las explicaciones de este adelanto sería el temor de que le suceda algo similar a lo que le pasó al sempiterno líder Romero Deschamps, que cuando asumió la presidencia Andrés Manuel López Obrador le obligó a entregar el cargo y dárselo a una nueva generación, encabezada por el propio Aldana.
El fondo del asunto es el charrismo sindical, esa práctica que hace que los líderes sindicales busquen ser afines al gobierno en turno y no apoyen las pretensiones legítimas de sus agremiados. En este caso, los trabajadores petroleros ha denunciado que no se ha respetado el contrato colectivo de trabajo con Pemex y que la dirigencia sindical poco ha hecho por ellos.
Los líderes seccionales disidentes han acusado que las convocatorias están amañadas, pues las actuales dirigencias ya tenían sus planillas listas para el momento en que salieron las convocatorias, mientras que le han puesto trabas a las otras planillas con distintos requisitos para lograr su registro. Además, se entiende que la intención de Aldana y los liderazgos leales a él es repetir la dirigencia a nivel nacional, para que los cuestionamientos por lo adelantado de los procesos no causen mayor problema.
El futuro del sindicato petrolero es de alta relevancia pues es pieza fundamental para una eventual reestructuración de Pemex, sobre todo si hay elementos financieros involucrados. La presidenta electa Claudia Sheinbaum ha dado ciertos mensajes que pueden ayudar a reforzar esta idea. En cualquier caso, no puede intentarse una reforma sin el apoyo del sindicato petrolero, y de ser ciertas las versiones, el próximo gobierno no ve con buenos ojos la permanencia de Aldana.
Ya veremos si se consuma este albazo, con una renovación fuera de tiempos y reconocida por el gobierno federal; o si por el contrario, se conjura esta pretensión del sindicalismo charro y se da paso a una verdadera renovación acorde a los nuevos tiempos políticos.
