RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
La política mexicana dejó de ser divertida. Ya no es aquel juego de acertijos, en el que participaban lo mismo los practicantes de esa actividad, como los seguidores de la misma, mientras la población trataba de entender los movimientos.
Ahora es un juego predecible en el que el principal interés se centra en las descalificaciones de unos hacia los otros.
Es una actividad que diariamente tiene cierto encanto, para los que se deleitan con ese tipo de situaciones que ponen en predicamento a los unos y a los otros.
Diario cambian los protagonistas, aunque hay quienes atraen los reflectores en forma constante, debido a la responsabilidad que tienen o al encono que generan entre sus adversarios.
El juego se practica tanto en los altos niveles como en los medios y bajos de la jerarquía política y su propósito principal es el de anular al contrincante o adversario, mediante verdades a medias o hasta infundios.
Las redes sociales son el principal escenario en el que se celebran esas luchas que, regularmente, son efímeras, aunque dejan heridas lacerantes en unos y otros.
Lo más curioso de esto es que, al final de todo, los personajes políticos quedan de lado y la disputa se centra entre los seguidores de unos y otros.
Y es que las redes sociales han dado margen al libertinaje en que cubiertos por el anonimato se acusa sin pruebas, se insulta con alardes y cambian de sitio, nombre o seudónimo los protagonistas de las historias.
Hay de todo en las llamadas “benditas” redes sociales, las que facilitan la comunicación, proveen de información y enlazan a los usuarios, unos con los otros, pero también provocan coraje, enojo y todo tipo de reacciones entre los que no comprenden para que sirven dichas redes.
Y es que la prontitud con que circula la información, impide que, muchas veces, el mensaje no sea verificado y es entonces cuando explotan dichas redes, lacerando a los adversarios.
Ahora en México el Senado de la República, por medio del coordinador de la bancada mayoritaria, Ricardo Monreal, pretende legislar en la materia, para garantizar la libertad de expresión en las redes, lo que es avalado por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, lo que provocará una lucha difícil con los administradores de las principales redes, los que según sus propias reglas, aceptadas por los usuarios pueden coartar dicha libertad.
No será sencillo, ya que se pretende imponer sanciones a los administradores que han sancionado con suspensiones sus usuarios, por no respetar las normas de los contratos de dichas empresas.
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Una de las nuevas figuras políticas de la CDMX y que puede dar la sorpresa de ganar, es la potencial candidata de Redes Sociales Progresistas a la alcaldía de Álvaro Obregón, Marisela Trassancos, quien trae una serie de propuestas que serán recibidas con agrado por la población.
Marisela es una buena aspirante que cuenta con carisma, preparación, conocimiento de la alcaldía y podría aprovechar la disputa que se da al interior del favorito MORENA.
Cuenta con buen diagnóstico de las necesidades de la población y arrebatarle esa zona que ya siente de su pertenencia los dirigentes del Movimiento de Regeneración Nacional.
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En medio de la pandemia todo tipo de escenario en que haya la presencia ciudadana debe ser aprovechado, es el pensar de los políticos priistas sinaloenses, los que se dejaron caer en el parque Teodoro Mariscal de Mazatlán en que se celebra la Serie del Caribe.
Lo mismo estaba entre la muchedumbre el gobernador Quirino Ordaz (con un cubrebocas de tela, muy simple), el candidato a gobernador de la alianza PRI.PRD.PRD, Mario Zamora y el dirigente estatal del PRI “Chuy” Valdez. Claro que no hicieron uso de privilegios, sino fueron a la tribuna, donde estaba la gente, esperamos que no se produzcan nuevos contagios.
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El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció su reaparición en las mañaneras para el 8 de febrero, cuando se cumplan catorce días de su reclusión por COVID19, apenas el tiempo justo que recomiendan los médicos dure el aislamiento.
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