Mauricio Valdes
Con cierta frecuencia hemos escuchado en tono crítico,
atacar a algún gobernante, representante o político, de querer ser o parecer un
“todólogo”, por intentar ser autoridad en cualquier tema o materia de que se
trate, al menos opinar y lo grave, tomar decisiones sin considerar a los
especialistas. Lo hemos visto recientemente con la crisis epidémica que aún no
logramos superar. Hemos dejado el tema a los especialistas en Salud, a pesar de
la abundante información que se difunde, dejamos para el café, opinando de tal
o cual solución al problema. Como sucede con otras áreas: las guerras, a los
militares; la aviación, a los especialistas en aviación, etcétera.
Sin embargo, al preguntar cuál es la especialidad de la
Política, no es suficiente con responder que la Política misma, porque no
aclara, como sucede con la especialidad de disciplinas tales como: Educación,
Administración, Ingeniería, Economía, Sociología, entre otras, cuya
especialidad salta a la vista.
La razón es que la especialidad de la Política son las
generalidades.Su campo de acción abarca el conocimiento humano, eso sí,
superficialmente, por eso compagina con los especialistas en cada disciplina.
El especialista se desenvuelve con facilidad y profundidad
en su campo específico, lo que limitaal Político, que se queda en el
planteamiento general y aprovecha el conocimiento especializado de cada
disciplina. Si el tema cambia, el Político llama a otro especialista en el
nuevo tema. Quien pretende decidir sin saber, el tiempo le enseña sus fracasos.
Así sucede en cada entorno profesional. Hay un primer plano
del generalista, y luego el de los especialistas, a profundidad en cada tema.
El conocimiento humano se desenvuelve entre la diversidad y la competencia. Y a
medida que avanza el conocimiento surgen más especialidades. Sin embargo, la
especialidad de la Política se mantiene desde la aparición del ser humano, en
las generalidades, pero nunca es todólogo. Cuando comete el error de
introducirse al campo de alguna especialidad, su participación está destinada a
fracasar, o a copiar al experto.
Por eso a la especialidad de la Política, que convierte a
los políticos en generalistas, debe añadirse un concepto fundamental:
evolucionista, saber un poco de mucho, con las actualizaciones que corresponden
y la sabiduría para acercarse a los nuevos especialistas en todas las áreas.
Esta composición de generalistas y evolucionistas,
proporciona el contexto y el vínculo entre los especialistas. Así lo confirma
la Historia de la humanidad, por lo que vale recordar eso de que la Historia
enseña, no engaña.