Existen muchas razones, entre ellas:
- No estar concentrada. Todo lo que nos distraiga lo dificulta: mantener posturas sexuales difíciles, la expectativa irreal de alcanzar el orgasmo al mismo tiempo , una auto imagen negativa, querer controlar la situación, etc.
- La necesidad de estimulación directa del clítoris: más del 65% de las mujeres necesitan estimulación directa del clítoris para obtener orgasmos. La presión de sus estructuras internas durante la penetración permite que se pueda estimular por la vía vaginal, pero a veces es necesario estimularlo también directamente. Es cuestión de habituarse. Conseguir la postura adecuada ayuda mucho.
- La mayoría, necesitamos más tiempo que ellos. La respuesta sexual femenina es más prolongada y necesita más tiempo para completarse. Este hecho, sumado a la necesidad -social e inventada- de querer llegar al orgasmo al mismo tiempo es el principal problema, ya que acorta las fases de excitación y, muchas veces, expone a la mujer a dejar de tenerlos, pensando que todo ha terminado cuando ellos lo alcanzan.