La contaminación del aire es más peligrosa de lo que se pensaba.
Esa es la conclusión a la que ha llegado la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha actualizado los umbrales de contaminación del aire por primera vez en 16 años.
¿La razón? Más del 90% de la población mundial respira niveles de contaminación mucho mayores a los considerados seguros.
Esto deja muy por detrás a los últimos indicadores de la OMS, los cuales estaban vigentes desde 2005.
¿Por qué ocurre esto? Los científicos están encontrando cada vez más evidencia de los efectos adversos de seis tipos de contaminantes en la salud humana: las partículas en suspensión PM2.5 y PM10; el ozono (O3); el monóxido de carbono (CO); el dióxido de azufre (SO2) y el dióxido de nitrógeno (NO2).
Con esta medida, la OMS pone en evidencia que incluso el aire considerado seguro hasta ahora ya no lo es debido a que los contaminantes son peligrosos para la salud incluso en niveles bajos y tolerados hasta ahora.
Se estima que más de 7 millones de personas mueren prematuramente cada año como consecuencia de la contaminación del aire.
Esto equipara a la contaminación del aire con el tabaquismo y la alimentación poco saludable.
"La evidencia acumulada es suficiente para justificar acciones para reducir la exposición de la población a contaminantes atmosféricos clave, no solo en países o regiones particulares, sino a escala global", dijo la organización a través de un comunicado.
los científicos les resulta difícil entender cómo afectan los contaminantes a la salud humana.
No solo porque la exposición a altos niveles ya es de por sí dañina. Sino porque también estamos expuestos a una combinación de varios de ellos.
Algunos, como las partículas en suspensión menores a 10 micras (PM10) y 2.5 micras (PM2.5) tienen un origen muy variado.
Se sabe que pueden venir de la quema de combustibles, incluido el transporte, la energía, los hogares, la industria y la agricultura.
Son además partículas tan pequeñas que pueden penetrar en los pulmones y entrar al torrente sanguíneo.
Varios estudios epidemiológicos han indicado que la exposición a PM2.5 puede afectar la salud incluso en niveles bajos.
Se les asocia principalmente a enfermedades cardíacas y pulmonares. Incluso la exposición a corto plazo, durante horas o días, puede aumentar el riesgo de ingreso hospitalario.
La OMS tuvo que revisar más de 500 estudios (incluyendo varias rondas de revisión hechas por pares) para determinar que se necesitan niveles mucho más estrictos a la contaminación del aire para proteger la salud humana.