La reacción de la gobernante mexicana ocurre luego de que el martes, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) revocara una directriz de la Administración del expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, que instruía a las autoridades migratorias a evitar detenciones de migrantes en escuelas, colegios e iglesias estadounidenses o cerca de esos lugares.
La decisión llegó un día después de que Trump asumiera el poder y enfatizara que cumplirá con su promesa de campaña de llevar a cabo la mayor campaña de deportaciones de migrantes en la historia de Estados Unidos.
En este contexto, el gobierno de México ha reiterado que buscará proteger a sus connacionales en Estados Unidos a través de los consulados y, en caso de que sean deportados o quieran regresar voluntariamente al país, se les dará apoyo a través del programa ‘México te abraza’
En el país preocupan las deportaciones masivas prometidas por Trump porque los mexicanos son cerca de la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos y sus remesas representan casi el 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México, que en 2024 habría recibido un récord estimado de 65 mil millones de dólares.