Para algunas, usar juguetes sexuales es la manera más fácil (o la única) de llegar a un orgasmo. Esto es muy común sobre todo para las personas con vulvas. Algunas veces las personas usan juguetes sexuales para ayudarse cuando se masturban. Las personas también pueden usar juguetes sexuales cuando tienen sexo con sus parejas.
Para las personas transgénero, no-binarias o de género no conforme, ciertos juguetes sexuales pueden ayudarles a afirmar su identidad de género, o a aliviar la disforia de género.
Algunas personas con discapacidad o movilidad limitada usan juguetes sexuales para masturbarse más facilmente, para tener sexo, para ciertas actividades sexuales, o para posiciones que serían muy difíciles o imposibles de hacer de otra manera.
Los juguetes sexuales también pueden ayudar a tratar los síntomas de algunas disfunciones como, la disfunción eréctil, el trastorno de excitación genital, el trastorno del deseo sexual hipoactivo y la disfunción orgásmica. A algunas personas, los juguetes sexuales les ayudan a manejar los efectos secundarios sexuales de ciertos medicamentos, algunos problemas de salud o de la menopausia, por ejemplo si tienen un deseo sexual bajo o menos sensación en sus genitales (pene o vagina).