Cada late show estadounidense tiene su propio segmento estrella, y el de Seth Meyers consiste en salir a beber sin control durante el día con las estrellas que visitan su programa mientras realizan distintos juegos.
La última en enfrentarse a este reto ha sido la cantante Lorde, y ella ha querido dejar claro ahora que los invitados no exageran lo más mínimo ante las cámaras porque les sirven realmente bebidas alcohólicas.
Al terminar la jornada de rodaje, la joven de 24 años estaba tan borracha que tuvo que irse directamente a su hotel y, cuando por fin se le pasó el dolor de cabeza y pudo pensar con claridad, se juró que jamás volvería a probar el alcohol.
"No puedo ni beber una copa. Fue una locura. Alguien vino a mi habitación y le administró fluidos a mi cadáver. Casi acabas conmigo", dijo Lorde a su paso por el programa.
De hecho, la artista sentía mucha curiosidad por ver el resultado final del segmento, que se emitió junto a la entrevista convencional, porque no recordaba nada de lo que había dicho o hecho.