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¿Por qué nos duelen los músculos cuando contraemos la gripe o el coronavirus?

por Redacción
11-02-2022

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Antes de la pandemia de covid-19 ya nos habíamos acostumbrado a las anuales olas de gripe en las que los hospitales aparecían en los noticiarios atestados de personas en los pasillos sufriendo los estragos de los peores síntomas de la gripe, entre ellos la neumonía.

Para la mayoría de los pacientes, por suerte, los síntomas de la gripe son más benignos y no requieren de hospitalización.

Entre estos síntomas los más comunes son fiebre que provoca los escalofríos y el sudor frío, dolor de cabeza, tos persistente o seca acompañada de dolor de garganta, nariz congestionada, debilidad y… un terrible dolor muscular y de las articulaciones.

¿Por qué, si el virus de la gripe —como el de la covid-19— se introduce en nuestro cuerpo a través de las vías respiratorias, afectando a las mucosas de la nariz, la garganta y los pulmones?

En la mayoría de las infecciones víricas respiratorias, los síntomas no se deben directamente a la acción del virus sino a la respuesta del sistema inmunitario para eliminarlo.

Dolor de garganta, tos, incremento de la mucosidad, fiebre no son más que síntomas asociados a la respuesta del cuerpo frente a la acción del sistema inmunitario. Por eso son comunes a un sinfín de enfermedades víricas y bacterianas.

En general, casi cualquier enfermedad que produce inflamación acaba dando lugar a estos síntomas comunes que también incluyen debilidad y dolor muscular y dolor articular.

Es la respuesta inflamatoria la que causa todos estos síntomas, con independencia del patógeno que los provoque.

A la inflamación muscular acompañada de debilidad se la conoce como miositis, mientras que mialgia es el nombre que recibe el dolor en músculos y articulaciones.

Cuando se produce una respuesta inmunitaria frente a un patógeno, las diferentes células que intervienen liberan una serie de proteínas de pequeño tamaño conocidas como citoquinas.

Las citoquinas son de diferentes familias que regulan múltiples actividades de las células del sistema inmunitario y de otros órganos.

Algunas sirven para señalizar el lugar donde se encuentra la infección, otras regulan el tipo de respuesta que se debe producir según el patógeno que haya infectado, otras controlan la intensidad de la respuesta inmunitaria y otras incluso regulan la reparación de los daños en los órganos y tejidos.