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Por qué se me tapa la nariz por la noche si no tengo gripe

por Redacción
24-02-2022

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¿Conoces la anatomía y las funciones de la nariz?

La nariz es el órgano del olfato y la puerta de entrada principal al sistema respiratorio. A través de sus orificios nasales, conocidos también como narinas, permite la entrada del aire inspirado hacia ambas fosas nasales, recubiertas de una membrana mucosa y separadas entre sí por el tabique nasal.

La membrana mucosa, delgada y húmeda, tiene la función de filtrar (junto a los vellos de la nariz), calentar y humedecer el aire que respiramos. Es indispensable que esté lo suficientemente húmeda para atrapar partículas extrañas del exterior (polen, suciedad, polvo) que pueden sernos nocivas, y evitar que aparezcan problemas.

¿Quieres saber cuáles son las principales causas de congestión nasal?

Aunque la incomodidad de no poder respirar correctamente por la nariz nos acompaña todo el día y nos impide percibir los olores y los sabores, hacer ejercicio o realizar las tareas diarias con normalidad, es durante la noche cuando se hace especialmente molesta, ya que puede alterar nuestro descanso y nos pasará factura al día siguiente.

La rinitis, inflamación de la membrana mucosa, y la sequedad nasal, propia de los climas y ambientes secos (calefacción y aire acondicionado), son las dos causas más frecuentes de congestión nasal nocturna. Asimismo existen otras como por ejemplo:


  •     Los fármacos
  •     Los pólipos o tumoraciones
  •     La posición recostada
  •     La sequedad ambiental
  •     La sinusitis
  •     El tabique nasal desviado


¿Te apetece profundizar un poco más en la rinitis?

La rinitis es un proceso inflamatorio caracterizado por la presencia de obstrucción en la nariz, rinorrea (secreción nasal), picor y estornudos. ¿Te resultan familiares estos síntomas?

La rinitis puede clasificarse de dos maneras:


    En función de su duración:

    • Rinitis aguda (corta duración)

    • Rinitis crónica (larga duración)

    En función de qué las produce:

    • Rinitis alérgica, que muy frecuentemente se acompaña de conjuntivitis (rinoconjuntivitis), en la que un alérgeno (ácaros, pólenes, epitelios de animales, etc.) provoca una reacción del sistema inmunitario en una persona previamente sensibilizada.

    • Rinitis no alérgica, debida a infecciones (sobre todo víricas, que es la causa más frecuente de rinitis), irritantes ambientales (polvo, contaminación, humo del tabaco, vapores de productos químicos u olores fuertes, como perfumes), cambios de temperatura o humedad, anomalías anatómicas, alteraciones hormonales, medicamentos (aspirina, ibuprofeno o, ¡cuidado!, descongestionantes nasales usados en exceso), alimentos (picantes o calientes), bebidas (alcohólicas) o de causa desconocida (idiopáticas).

    Los bebés y los niños son especialmente susceptibles a la congestión nasal, porque tienen unos conductos muy finos que se taponan con facilidad, por lo que la rinitis y la rinosinusitis son muy frecuentes en los más pequeños.

¿Qué puedes hacer para evitar o mejorar la congestión nasal nocturna?

Humidificar el aire, tener el dormitorio limpio y ventilado, huir de los cambios bruscos de temperatura, beber abundantes líquidos (agua, zumos naturales, infusiones o caldos), moderar la ingesta de alcohol, abandonar el hábito tabáquico y evitar el consumo de lácteos (que crean mucosidad) son medidas útiles para prevenir el taponamiento de la nariz.