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Portugal y Grecia se sumaron a España en su rechazo al plan propuesto por la Comisión Europea para disminuir el consumo de gas en 15%

por Redacción
25-07-2022

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Portugal y Grecia se sumaron a España en su rechazo al plan propuesto por la Comisión Europea para disminuir el consumo de gas en 15%, con el objetivo de compensar la caída del suministro ruso.

“Portugal va a oponerse a esta medida que es totalmente desproporcionada”, declaró Joao Galamba, secretario de Estado para el Medioambiente y la Energía, en entrevista al diario portugués, Publico.

“La propuesta no está adaptada a países que no están interconectados a la red gasífera, como Portugal”, explicó.

También Grecia afirmó que se opone a la propuesta europea. “El gobierno no está de acuerdo con la propuesta de la Comisión Europea de 15% de reducción en el consumo de gas”, señaló el portavoz del gobierno, Yiannis Economou, a la prensa.

“No estamos de acuerdo con el carácter obligatorio de la medida ni tampoco con el nivel de la reducción anunciada”, dijo por su parte el ministro griego, Kostas Skrekas, a la radio local.

Portugal y Grecia se suman así a la posición de España expresada por su ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien considera que el plan no es “justo ni eficaz”.

“Las familias españolas no van a sufrir cortes de gas ni de luz en sus casas. Pase lo que pase, España va a defender la posición de la industria española”, garantizó.

La Comisión Europea pidió el miércoles a los 27 miembros que reduzcan voluntariamente su demanda de gas, una medida que se contempla discutirse el próximo 26 de julio.

Un corte total de las importaciones o una drástica reducción en el flujo de este a oeste tendría un efecto catastrófico en la economía europea, ya que causaría el cierre de industrias y obligaría a las familias a reducir la calefacción.

Rusia restauró ayer el suministro de gas a Europa a través de Alemania por el gasoducto Nord Stream tras 10 días de trabajos de mantenimiento, pero hay incertidumbre sobre si el gobierno ruso seguirá manteniendo la crisis energética hasta el invierno.

El plan, que aún falta por ser debatido por los Estados miembros de la Unión Europea, prevé que cada país haga “todo lo posible” para reducir, entre agosto del 2022 y marzo del 2023, su consumo de gas en al menos 15% en relación con el promedio de los últimos cinco años en el mismo periodo.