Los precios al productor de Estados Unidos aumentaron más de lo previsto en junio, en medio del alza en los costos de los productos energéticos, pero la inflación subyacente parece haber tocado techo.

En junio el índice de precios al productor (IPP) para la demanda final aumentó 1.1% mes a mes, tras haber subido 0.9% en mayo, informó el jueves el Departamento del Trabajo. En los 12 meses transcurridos hasta junio, el IPP aumentó 11.3%, tras 10.9% de mayo.

El alza de 2.4% que registraron los precios de los bienes representó tres cuartas partes del aumento del IPP.

Los precios de los bienes avanzaron 0.4% en mayo. Casi 90% del alza de los precios se atribuyó a un salto de 10% en los precios de la energía.

Se produjeron fuertes aumentos en los precios de la gasolina, el diésel, la energía eléctrica y el gas natural residencial. Los precios de los alimentos al por mayor aumentaron 0.1 por ciento. El costo de los servicios subió 0.4%, tras 0.6% en mayo.

Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que el IPP aumentaría 0.8% para una tasa de 10.7% anual.

El gobierno informó el miércoles de una aceleración de los precios al consumidor en junio, con una tasa anual que registró su mayor nivel desde finales de 1981. La inflación se está disparando, alimentada por la paralización de las cadenas de suministro mundiales y los enormes estímulos fiscales de los gobiernos a principios de la pandemia.