Responder a las preguntas de sus hijos sobre el sexo es una de las responsabilidades que más temen muchos padres. Y a padres que en otras cuestiones se sienten seguros de sí mismos se les suele trabar la lengua y suelen sentirse incómodos cuando les toca hablar de la pubertad y "de dónde vienen los bebés".
Pero el tema del sexo no debe evitarse. Los padres pueden fomentar el desarrollo de sentimientos saludables sobre el sexo si responden a las preguntas de sus hijos de una forma adecuada para su edad.
Responder a las preguntas de sus hijos sobre el sexo es una de las responsabilidades que más temen muchos padres. Y a padres que en otras cuestiones se sienten seguros de sí mismos se les suele trabar la lengua y suelen sentirse incómodos cuando les toca hablar de la pubertad y "de dónde vienen los bebés".
Pero el tema del sexo no debe evitarse. Los padres pueden fomentar el desarrollo de sentimientos saludables sobre el sexo si responden a las preguntas de sus hijos de una forma adecuada para su edad.
¿Cuándo empiezan los niños a desarrollar la curiosidad por su cuerpo?
Desde muy pequeños, a los niños les interesa aprender cosas sobre sus propios cuerpos. Perciben las diferencias existentes entre niños y niñas y sienten una curiosidad natural al respecto.
Los niños de uno a dos años se tocan los genitales a menudo cuando están desnudos, como cuando los bañan o les cambian los pañales. En esta etapa del desarrollo, todavía no han desarrollado el pudor. Este tipo de comportamiento no debe considerarse una actividad sexual propia de los adultos sino una muestra de la curiosidad natural y completamente normal propia de los niños. Por lo tanto, tal y como afirma la Academia Americana de Pediatría (AAP), este tipo de comportamiento no merece reprimendas ni castigos.
Entonces, ¿qué debería hacer cuando su hijo pequeño empieza a tocarse los genitales? Cada familia enfoca este tema de una forma diferente, en función de sus valores, lo cómodos que se sienten tratando este tipo de cuestiones y su estilo. Pero deberá tener en cuenta que la forma en que usted reaccione a la curiosidad de su hijo le indicará al pequeño si esas acciones son "aceptables" o "vergonzosas". Los niños pequeños que reciben reprimendas por este tipo de comportamiento y a quienes les hacen sentirse mal por tener una curiosidad completamente normal pueden obsesionarse con sus partes íntimas o bien avergonzarse de ellas.
Algunos padres prefieren ignorar las conductas de autoexploración de las partes íntimas o reorientar la atención del niño hacia otra cosa. Otros prefieren transmitir a su hijo la idea de que, a pesar de que sea agradable explorarse esas partes, se trata de algo íntimo y que no está bien explorárselas en público.
¿Es correcto utilizar apodos para designar las partes íntimas?
Cuando un niño tiene alrededor de tres años, sus padres pueden decidir utilizar las palabras anatómicas correctas para referirse a las partes íntimas. Es posible que suenen algo médicas, pero no hay ningún motivo para no utilizar la palabra adecuada cuando el niño es capaz de pronunciarla. Estas palabras (pene, vagina, etc.) se deben decir con naturalidad. De este modo, los niños aprenden a utilizarlas con total normalidad, de forma directa y sin vergüenzas.
De hecho, esto es lo que hace la mayoría de los padres. Una encuesta Gallup mostró que el 67% de los padres utilizan los nombres reales para referirse a las partes íntimas masculinas y femeninas.
¿Qué se le dice a un niño muy pequeño cuando pregunta "de dónde vienen los bebés"?
Dependiendo de la edad que tenga el niño, puede decirle que el bebé crece en el interior de un huevo que está dentro de la panza de su mamá, mientras se señala el vientre, y sale por un lugar especial llamado vagina. No es necesario explicar la conducta de hacer el amor de los padres porque muchos niños pequeños no entienden el concepto.
De todos modos, puede decirle a su hijo que, cuando un hombre y una mujer se quieren mucho, les gusta estar muy cerca entre sí. Puede explicarle que el esperma del hombre se une al huevo de la madre y entonces el bebé empieza a crecer. La mayoría de niños de menos de seis años aceptan este tipo de respuestas. Los libros sobre el tema adaptados a la edad del niño también pueden ser de gran ayuda. Responda a las preguntas de su hijo de una manera directa y con naturalidad y probablemente averiguará que el pequeño queda satisfecho si recibe un poco de información cada vez.