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Presión inflacionaria y lento crecimiento hasta 2023

por Redacción
19-02-2022

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Los cuellos de botella en las cadenas de producción podrían prolongarse hasta el 2023 ante la persistencia de la pandemia y la aparición de nuevas variantes del coronavirus, advirtió la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.

El mayor impacto de estos cuellos de botella en las cadenas de producción se puede sentir en la lenta recuperación económica y en la persistencia de presiones inflacionarias.

En la actualización del blog institucional del FMI, Georgieva, evidenció que este escenario es un riesgo mundial, pero están particularmente afectados los países que tienen una importante participación del sector manufacturero en su producción

De acuerdo con la funcionaria, los procesos del sector manufacturero operan dentro de cadenas globales de valor y depende de procesos intermedios altamente diferenciados.

En la actualización titulada “Tres políticas prioritarias para una recuperación sólida”, Georgieva hizo un símil del llamado “Covid largo”, que alude a las secuelas del contagio, para advertir que la economía mundial puede vivir también consecuencias de largo alcance que dificultarán la recuperación económica y el retorno a niveles más estables en los precios.

“La variante Ómicron es el recordatorio más reciente de que una recuperación duradera e inclusiva es imposible mientras continúe la pandemia”, subrayó.

En la actualización estimó que las secuelas económicas de la pandemia pueden prolongarse incluso hasta el 2024, provocando pérdidas acumuladas a nivel mundial de casi 13.8 billones de dólares.

Las sugerencias

La funcionaria propuso redoblar los esfuerzos para luchar contra el Covid-19, a partir de ampliar el gasto social que se destina a salud, educación y reorientación laboral.  Esto ante las dudas sobre la perdurabilidad de la protección que confieren las vacunas, el riesgo de la aparición de nuevas variantes e incluso la incertidumbre sobre el impacto interno que tiene la infección.

La mejor defensa es asegurarnos que todos los países tengan acceso equitativo a las vacunas contra Covid, lo mismo que los tratamientos.