“Cómo no te voy a querer…”
Presidente López Obrador: hace poco más de 50 años, arribamos a la Facultad de Derecho de la UNAM un numeroso grupo de jóvenes llegados de muy diversos ámbitos geográficos, distintos credos y diferentes clases sociales. Más de 1200 estudiantes que hoy conformamos la Generación Federalista de Abogados 1970 – 1974, muchos de los cuales nos mantenemos unidos por nuestra condición de hijos de nuestra Alma Mater, somos pues, una hermandad.
A lo largo de estas cinco décadas, nos hemos desempeñado en diversos escenarios profesionales como el litigio, la docencia y la investigación, la impartición de justicia, la creación de leyes, la política, la diplomacia, el periodismo y la política, entre otras.
La experiencia adquirida y la suma de los años vividos, nos permiten ver con claridad lo que en el ámbito del gobierno sucede y advertimos que en el caso de su gestión al frente del Poder Ejecutivo, usted ha dedicado una considerable cantidad de horas a generar la división y la confrontación entre los mexicanos, con aviesas intenciones para polarizar a la población y así sostener su movimiento político en la preferencia del electorado, para consolidar esa entelequia que llama “Cuarta Transformación”.
Conocemos también de su trayectoria política y cada uno de los pasos que siguió para llegar a ocupar el sitial, el más importante al que antes de su arribo, los mexicanos respetábamos y apoyábamos; pero que hoy vemos con pena y preocupación.
En el caso de nuestra Alma Mater, usted cometió el error de suponer que podría aplicar su método de dividir y polarizar: los universitarios nos reconocemos como hijos de la mejor universidad de México y vivimos agradecidos por habernos dado cobijo y herramientas para vivir mejor y servir a quienes con sus impuestos la sostienen. Aquí usted topó con el muro granítico e indestructible que la defiende como defiende un hijo a su madre y no sólo no nos podrá dividir, por el contrario, con su agravio y ofensa logró despertar nuevamente al Espíritu de nuestra Raza que hoy le habla: no se atreva contra ella.
Si usted no se asume como su hijo, es porque ninguna madre escoge a sus hijos.
¡Orgullosamente Universitarios!
Miembros de la Generación Federalista de Abogados de la UNAM 1970 -1974
Por mi Raza hablará el Espíritu