Algunas enfermedades, discapacidades, medicamentos y cirugías pueden afectar su capacidad de tener y disfrutar de las relaciones sexuales.
Artritis. El dolor en las articulaciones debido a la artritis puede hacer que el contacto sexual sea incómodo. El ejercicio, los medicamentos y posiblemente la cirugía de reemplazo de articulaciones pueden ayudar a aliviar este dolor. Descansar, baños tibios y cambiar la posición o el momento de la actividad sexual pueden ser útiles.
Dolor crónico. El dolor puede interferir con la intimidad entre las personas mayores. El dolor crónico no tiene que ser parte del envejecimiento y a menudo puede ser tratado. Sin embargo, algunos medicamentos para el dolor pueden interferir con la función sexual. Siempre hable con el médico si tiene efectos secundarios de cualquier medicamento.
Demencia. Algunas personas con demencia muestran un mayor interés en la sexualidad y la cercanía física, pero es posible que no puedan juzgar qué comportamiento sexual es apropiado. Las personas con demencia severa pueden no reconocer a su cónyuge o pareja, pero aún así desean tener contacto sexual y pueden buscarlo con otra persona. Puede ser confuso y difícil saber cómo manejar esta situación. En este caso también puede ser útil hablar con un médico, enfermera o trabajador social con adiestramiento en el cuidado de personas con demencia.
Diabetes. Esta es una de las enfermedades que pueden causar disfunción eréctil en algunos hombres. En la mayoría de los casos, el tratamiento médico puede ayudar. Se sabe menos sobre cómo la diabetes afecta la sexualidad en las mujeres mayores. Las mujeres con diabetes son más propensas a tener infecciones vaginales por hongos, las cuales pueden causar picazón e irritación y hacer que las relaciones sexuales sean incómodas o indeseables. Las infecciones por hongos pueden ser tratadas.
Enfermedad cardiaca. El estrechamiento y endurecimiento de las arterias puede cambiar los vasos sanguíneos de manera tal que la sangre no fluye libremente. Como resultado, los hombres y las mujeres pueden tener problemas con los orgasmos. Tanto para los hombres como para las mujeres, puede tomar más tiempo excitarse, y para algunos hombres, puede ser difícil lograr o mantener una erección. Las personas que han tenido un ataque al corazón, o sus parejas, pueden temer que tener relaciones sexuales cause otro ataque. Aunque la actividad sexual generalmente es segura, siempre siga los consejos del médico. Si sus problemas cardíacos empeoran y tiene dolor en el pecho o dificultad para respirar incluso mientras descansa, es posible que el médico quiera cambiar su plan de tratamiento.
Incontinencia. La pérdida del control de la vejiga o el escape de orina es más común a medida que las personas, especialmente las mujeres, envejecen. La presión extra en el vientre durante las relaciones sexuales puede causar un escape de orina. Cambiar las posiciones o vaciar la vejiga antes y después de las relaciones sexuales puede ayudar con esa situación. La buena noticia es que la incontinencia generalmente puede ser tratada.
Derrame cerebral. La capacidad de tener relaciones sexuales a veces se ve afectada por un derrame cerebral. Un cambio en las posiciones o algunos dispositivos médicos puede ayudar a las personas con debilidad continua o parálisis a tener relaciones sexuales. Algunas personas con parálisis de la cintura para abajo aún pueden alcanzar orgasmos y sentir placer.
Depresión. La falta de interés en las actividades que solía disfrutar, como la intimidad y la actividad sexual, puede ser un síntoma de depresión. A veces es difícil para una persona saber si está deprimida. Hable con el médico; la depresión puede ser tratada.
Cirugía. A muchos de nosotros nos preocupa tener cualquier tipo de cirugía; puede ser aún más problemático cuando se trata de los senos o del área genital. La mayoría de las personas vuelven al tipo de vida sexual que disfrutaban antes de la cirugía.
La histerectomía es una cirugía para extirpar el útero de una mujer debido a dolor, sangrado, fibromas u otras razones. A menudo, cuando una mujer mayor tiene una histerectomía, también se le extirpan los ovarios. Decidir si someterse a esta cirugía puede hacer que las mujeres y sus parejas se preocupen por su futura vida sexual. Si le preocupa cualquier cambio que pueda sufrir con una histerectomía, hable con el ginecólogo o cirujano.
La mastectomía es una cirugía para extirpar todo o parte del seno de una mujer debido al cáncer de seno. Esta cirugía puede causar que algunas mujeres pierdan su interés sexual, o puede hacer que se sientan menos deseables o atractivas para sus parejas. Además de hablar con el médico, a veces es útil hablar con otras mujeres que se han sometido a esta cirugía. Los programas como el llamado "Recuperación a su Alcance" de la Sociedad Americana Contra el Cáncer pueden ser útiles tanto para los hombres como para las mujeres. Si desea restaurar su seno (reconstrucción), hable con el médico o cirujano oncólogo.
La prostatectomía es una cirugía que extirpa toda o parte de la próstata de un hombre debido al cáncer o a una próstata agrandada. Puede causar incontinencia urinaria o disfunción eréctil. Si necesita esta operación, hable con el médico sobre sus preocupaciones antes de la cirugía.
Medicamentos. Algunos medicamentos pueden causar problemas sexuales. Estos incluyen algunos medicamentos para la presión arterial, antihistamínicos, antidepresivos, tranquilizantes, medicamentos para la enfermedad de Parkinson o para el cáncer, supresores del apetito, medicamentos para problemas mentales y medicamentos para las úlceras. Algunos pueden conducir a la disfunción eréctil o dificultar la eyaculación en los hombres. Algunos medicamentos pueden reducir el deseo sexual en las mujeres o causar sequedad vaginal o dificultad en lograr excitación y orgasmos. Consulte con el médico para averiguar si hay un medicamento diferente que no tenga este efecto secundario.
Alcohol. Beber demasiado alcohol puede causar problemas de erección en los hombres y retardar el orgasmo en las mujeres.