En está elección más que nunca la estimación del Congreso no depende necesariamente de una medición precisa, si no de un tema de regulación. Depende en buena medida de las decisiones del Instituto Nacional Electoral o de una decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en última instancia. De alguna manera siempre han sido esos los márgenes, pero nunca como en esta elección.
El gran debate que se espera son los niveles de sobre representación de cada fuerza electoral. Si bien es cierto que en 2018 los niveles de sobre representación llegaron a 16 por ciento a favor de Morena o su coalición, cuando la ley no permite más que 8 por ciento, en esta elección la autoridad quiere que el reparto sea de manera distinta.
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Hoy día las autoridades intentan corregir los niveles de sobre representación a los que se llegó en 2018, pero no se ve como una tarea fácil. Probablemente vamos a enfrentar unos de los veranos post electorales más polémicos, después de la elección presidencial de 2006. La idea en general es que cada candidato de mayoría que haya ganado un distrito represente a su partido.
El diseño supone que los diputados de representación proporcional defienden una ideología, una fuerza política, o un partido. En el momento que se pone en entredicho si ese candidato o distrito ganador pertenece a una u otra fuerza electoral, la polémica es inevitable. Eso es lo que nos espera en el debate post electoral del 2021.
Lo más importante en términos de gobernabilidad para el país de la próxima elección es la composición del Congreso. Los 500 curules que se espera se repartan en esta elección básicamente depende de si ese Congreso tiene mayoría simple o mayoría calificada. Es decir, si una sola fuerza política tiene más de 250 diputados o más de 334. Con los primeros se pueden hacer cambios a la ley, con los segundos cambios a la Constitución.
Sin duda las gubernaturas y las alcaldías tienen su propia relevancia. Lo mismo es cierto para los congresos locales. Pero nadie tiene duda que lo más importante que está de por medio en esta elección son los 500 curules de la Cámara de Diputados.
La última medición de Parametría realizada ya con nombres de candidatos a cada distrito electoral –es decir después del 4 de abril– muestra que el partido en el gobierno Morena sigue con una mayoría incuestionable. Es inusual que el partido en el poder llegue con el mismo nivel de votación o incluso superior en su elección intermedia. En México esto no pasaba hace más de 30 años, desde 1991.
Con un 43 por ciento de la preferencia electoral podría llegar a 215 diputados y con 8 por ciento de sobre representación llegaría la mayoría absoluta. Es decir, tendría a 250 curules más uno. Junto con sus dos compañeros de coalición, el PVEM y el PT, que cuentan con 8 y 6 por ciento de las preferencias podrían llegar a mayoría calificada. Sólo si estos partidos tuvieran 2 por ciento de sobre representación. Es decir, podrían llegar a los 334 curules.
Los porcentajes medidos para estos dos partidos políticos aliados con Morena están muy por arriba de los de su última elección. El PT obtuvo casi 4 por ciento de las preferencias (3.9) y el PVEM estuvo cerca de obtener 5 por ciento de las preferencias (4.7). Por ello estas mediciones estarían 2 y 3 puntos por arriba de su última elección respectivamente, pero por su alianza y sus números históricos en general no debería de sorprender.
Por otra parte, la coalición de PAN, PRI y PRD no deja de ser competitiva. En el agregado suma 35 por ciento del electorado: 15 por ciento para el PAN, 16 por ciento para el PRI y 4 por ciento para el PRD. No deja de ser competitiva en un porcentaje importante del país, pero muy por debajo de la coalición Juntos Hacemos Historia (57 por ciento).
Al final buena parte de estos resultados dependerán de lo que decida el INE y el TEPJF, mas allá de lo que se obtenga en las urnas. No por ello lo que suceda el próximo 6 de junio deja de ser relevante. Sólo será moderado o interpretado como nunca antes por las autoridades electorales.
Francisco Abundis
Nota metodológica Febrero: Parametría. Encuesta en vivienda. Representatividad: Nacional. Número de entrevistas: 800 encuestas realizadas cara a cara del 31 de marzo al 10 de abril. Nivel de confianza estadística: 95 %. Margen de error: (+/-) 3.5 %. Diseño, muestreo, operativo de campo y análisis: Parametría SA de CV. Método de muestreo: Aleatorio simple. Unidad de muestreo: Las secciones electorales reportadas por el INE. Población objetivo: Personas de 18 años en adelante con credencial para votar que al momento de la entrevista residan en el lugar de interés.