logo
header-add

¿Qué es el estrés crónico?

por Redacción
19-01-2022

Comparte en

Todas las personas en un momento u otro de nuestras vidas nos hemos sentido estresadas en mayor o menor medida. El estrés, por lo tanto, forma parte de nuestras vidas. Una mudanza, una separación, un despido, una enfermedad o una quiebra financiera son motivos de estrés para cualquier persona y nadie es inmune a sufrir las consecuencias del estrés agudo que provoca cualquiera de estas situaciones en la vida. La misma pandemia ha subido notablemente los niveles de estrés y ansiedad de la población en general.

Fernández-Abascal (1999) define el estrés de la siguiente manera:

“Un proceso psicológico que se origina ante una exigencia al organismo, frente a la cual este no tiene información para darle una respuesta adecuada, activando un mecanismo de emergencia consistente en una activación psicofisiológica que permite recoger más y mejor información, procesarla e interpretarla más rápida y eficientemente, y así permitir al organismo dar una respuesta adecuada a la demanda”.

El estrés es una reacción normal ante determinadas situaciones que nos plantea la vida y que son percibidas e interpretadas por nosotros como un peligro o como una amenaza a la propia integridad física o mental. El estrés actúa como un mecanismo de defensa ante situaciones que nos superan, nos desbordan o ante las que creemos que no podemos hacer frente.

El estrés es una reacción fisiológica que pone en marcha nuestro organismo cuando se da cuenta de que las demandas que se le plantean son excesivas en relación a sus capacidades o conocimientos, produciéndose un desequilibrio entre ambas.

Para poder hacer frente a esas amenazas, nuestro cuerpo se moviliza liberando determinadas sustancias, entre ellas hormonas como la adrenalina, la noradrenalina y el cortisol, aumentando el nivel en sangre de glucosa, acelerando el corazón y nuestras pulsaciones. La sangre se bombea con más fuerza, se acelera nuestra respiración y se tensan nuestros músculos.

Cuando la respuesta a esa presión es excesiva, y a su vez prolongada en el tiempo, puede acabar por desencadenar graves problemas de salud tanto físicos (como podrían ser las cardiopatías, por ejemplo), como psicológicos.

Es importante distinguir entre un estrés positivo o estrés, el cual es esencial para la vida, pues nos ayuda a afrontar retos y a enfrentarnos a cambios que nos permiten mejorar y avanzar como personas, y un estrés negativo o distrés. Cuando el estrés deja de ser adaptativo aparece el distrés, que es el estrés negativo y perjudicial para nosotros.