Un bulto en el pecho es, en términos médicos, un nódulo mamario: un bulto o tumoración en la mama, palpable y que puede ser doloroso. Es un motivo muy frecuente de consulta al médico general o al especialista. La mayoría de estas lesiones en la mama son descubiertas por la propia mujer, muchas veces de forma accidental en la autoexploración rutinaria, o bien cuando tiene molestias glandulares y se explora. Otras veces, sin embargo, son un hallazgo en reconocimientos médicos o revisiones periódicas rutinarias.
La primera manifestación clínica suele ser la aparición de una o varias tumoraciones en una o ambas mamas. En ocasiones esa o esas tumoraciones pueden ser dolorosas o acompañarse de sensación de hinchazón o signos de inflamación, deformidad de la mama, retracción del pezón o incluso de secreción del mismo.
Ante una paciente que presenta un nódulo mamario, la base fundamental para el abordaje inicial está en la realización de una adecuada historia clínica. Es importante preguntar a la paciente por sus factores de riesgo, sus antecedentes personales y familiares de enfermedad y especialmente de cáncer de mama, medicamentos, la historia ginecológica y obstétrica previa, el motivo por el que acude a la consulta y el contexto en el que se desarrolla dicha visita.
El siguiente paso en el estudio de esta enfermedad es el examen físico en el que se intentará recoger la mayor cantidad posible de información sobre el nódulo mamario: número, localización, tamaño, forma, consistencia, delimitación, movilidad, fecha de aparición o detección y sus modificaciones con el ciclo menstrual, otros signos acompañantes, etc. Se examinarán también los ganglios linfáticos de las axilas y los existentes encima de las clavículas y en el cuello.