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Qué puede provocar incontinencia

por Redacción
29-03-2022

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¿Cuáles son los principales factores de riesgo que influyen en la debilidad del suelo pélvico? Las unidades de Suelo Pélvico de los hospitales universitarios de Vinalopó (Elche) y Torrejón y la del hospital Ribera Povisa advierten de los siguientes:


  • Estreñimiento crónico: el esfuerzo producido a la hora de defecar puede dañar el periné.
  • Deportes de impacto: la práctica de algunos deportes, como correr asiduamente o los ejercicios de saltos, pueden provocar un aumento repetitivo de la presión intrabdominal.
  • Trabajar con pesos excesivos: por el aumento de presión que se produce en el organismo.
  • Enfermedades respiratorias: como la tos crónica o el asma.
  • Embarazo: en esta etapa la musculatura de la zona se resiente por la presión y estiramiento que sufre.
  • Parto: sobre todo si se trata de un parto traumático, ya que la musculatura perineal se estira durante el parto vaginal para que el bebé salga al exterior. En el caso de las cesáreas, también se daña el suelo pélvico, ya que hay que cortar los músculos abdominales que le ayudan en su función de amortiguación. Por ejemplo, si los abdominales tienen falta de tono, el suelo pélvico tendrá que trabajar el doble, además del sobreesfuerzo durante el embarazo.
  • Menopausia: En la perimenopausia las mujeres perdemos calidad del colágeno de nuestro cuerpo (incluido el del suelo pélvico) y firmeza, de modo que se produce debilidad.
  • Obesidad: el sobrepeso puede dañar y debilitar los tejidos que sostienen los órganos pélvicos (como la vejiga, útero y recto).
  • Intervenciones quirúrgicas: a nivel abdominal (como una cesárea) o intervenciones ginecológicas, ya que generan cicatrices y espasmos musculares que hacen que el suelo pélvico no sea competente. En el caso de los hombres, las intervenciones relacionadas con la próstata.
  • Herencia: aunque tiene poca incidencia, es un factor a tener en cuenta para reforzar la prevención. Puede influir el hecho de tener tejido conjuntivo de mala calidad.
  • Mala postura: no le damos suficiente importancia, pero el hecho de mantener una postura correcta, con la espalda recta y la zona abdominal firme, ayuda a cuidar el suelo pélvico.