Las zonas más erógenas para la mayoría de las personas son las áreas genitales: la vulva, el clítoris, los labios vaginales, la vagina, el ano, el perineo, el pene, el escroto y la próstata. Otras zonas erógenas comunes son los senos (pechos) y los pezones, el cuello, los labios, la boca, la lengua, la espalda, los dedos de las manos y de los pies, las manos, los pies, las orejas, las nalgas (glúteos) y los muslos. Por lo general las más sensibles son el pene y el clítoris.
Cualquier parte de tu cuerpo puede ser sexual, pues así como todas las personas son diferentes, las zonas erógenas también lo son. Lo que se siente bien para ti, puede no sentirse bien para tu pareja, por eso para saber qué le gusta, ¡puedes preguntarle!