José Luis Camacho Acevedo.
Hasta hace aproximadamente tres meses el estado de Quintana Roo parecía que vivía una etapa de tranquilidad en relación a la violencia y de recuperación económica, especialmente en su principal fuente de trabajo que son la prestación de servicios turísticos.
En relación al proceso electoral que renovará la gubernatura el próximo año, los observadores políticos y analistas de la región, auguraban la celebración de unos comicios tranquilos que tenían como gran favorita a la alcaldesa de Cancún Mara Lezama.
Pero de pronto empezaron a saltar brotes de violencia en la entidad, uno de los más sonados el reciente enfrentamiento entre bandas de narcotraficantes que dejó dos turistas muertas en un bar de Tulum, una de ellas era una mujer de California que falleció en un aparente fuego cruzado entre narcotraficantes en la localidad turística de Tulum, en el Caribe mexicano.
Las autoridades del estado de Quintana Roo, donde se encuentran Tulum, Playa del Carmen y Cancún, identificaron a la mujer de San José, California, como Anjali Ryot.
La otra turista muerta, de origen alemán, fue identificada como Jennifer Henzold. Por el momento se desconocía su localidad de residencia.
Después apareció un documento publicado en “Despacho 14”, que consigna que es la entrega (I) y firmada por Alfredo Griz que lanza muy delicadas acusaciones contra la alcaldesa:
“Cancún, Quintana Roo.-Millones de pesos del narco fueron a parar a manos de Mara Lezama y sus allegados, junto a los barones de la droga financiaron parte de su campaña y además de todo hicieron acuerdos para extorsionar empresarios y robar propiedades a empresarios del ramo turístico de Cancún.
La ahora alcaldesa de Cancún, Quintana Roo y que también pretende la candidatura a través del partido del Presidente Andrés Manuel López obrador, le debe parte de su meteórica carrera política al narcotráfico que ha sentado sus reales en tierras quintanarroenses, este amanuense sostiene lo que escribe y dice, pues la declaraciones de un operador del crimen organizado en la entidad, quien le otorgo una entrevista a mediados del mes de junio del presente año, revela la forma en la que Mara Lezama y otros políticos de otros municipios, recibieron dinero y operaron junto al crimen organizado en el municipio de Benito Juárez, Cancún, en el estado de Quintana Roo.”
Y a la descomposición en Quintana Roo se suma la denuncia del tráfico de tarjetas que emite con documentos apócrifos la Cofepris estatal
Falsifican desde Cofepris
tarjetas sanitarias en QRoo
Opera desde la oficina de Miguel Pino Murillo, director de Cofepris en Quintana Roo, mafia que burla los controles sanitarios para emitir tarjetas sanitarias a trabajadores turísticos
Una mafia que vende tarjetas sanitarias para trabajar en Quintana Roo, que opera desde la propia Cofepris, echó por tierra el trabajo de verificación del personal que trabaja en los más de 1 mil 600 hoteles, además de restaurantes y negocios de comida en la zona norte del estado.
Desde la oficina que comanda Miguel Pino Murillo, director de Cofperis en la entidad, opera un grupo de servidores públicos que venden, sin control alguno y cambio de 400 pesos, las tarjetas sanitarias que los trabajadores deben tramitar, a la par de hacerse exámenes médicos, para certificar que están sanos.
Una investigación realizada por este medio, confirmó que basta enviar por WhatsApp una foto, dar el nombre de una persona y pagar 400 pesos, para poder esquivar los controles sanitarios y recibir, unos días después, la credencial oficial que permite a cualquier persona, enferma o no, manipular alimentos y bebidas, y convivir con clientes y turistas sin riesgo a ser detectado.
La credencial exhibida por este medio a nombre de Esteban Cázares Ramos es prueba plena de la corrupción de los funcionarios de Cofepris en Cancún.
El propio director del organismo, Miguel Pino Murillo, reconoció que a simple vista y a través de una imagen escaneada, el documento parece verídico.
Cuenta con el código QR que contienen las verdaderas, la firma de Julio Eduardo Mendoza Álvarez es la oficial, y además, el documento contiene los hologramas que “garantizan” que se trata de una credencial verdadera.
Pero lo más grave es que la fotografía no es de la persona que dice el documento, sino que es de Ricky Sekhon, un desconocido actor británico de ascendencia hindú, quien dio vida a Osama Bin Laden en la película “Zero Dark Thirty”.
Cabe señalar que este medio no pagó por la tarjeta, fue uno de los propios funcionarios que, a manera de denuncia, exhibió la forma en que operan para obtener la credencial, esquivando los controles de sangre que debe aplicar la Cofperis para poder obtenerla.
“Así lo hacemos siempre, los que la necesitan nos mandan sus datos por teléfono, una foto que esté bien, como esta que estamos usando, y la pedimos a alguno de los que nos hacen el trámite en la oficina de Cancún; cuando llegue te aviso”, explicó el denunciante.
Y efectivamente, días después, recibió la tarjeta que está en poder de este medio, y que cumple con todas las especificaciones que las autoridades han señalado que deben contener.”
¿Hasta cuándo va a intervenir la autoridad federal en este delicado asunto?