A finales de mayo, el entrenador de la selección española de fútbol, Luis Enrique, sorprendía al mundo futbolístico al dejar fuera de la convocatoria de la Eurocopa al defensor y capitán, Sergio Ramos.

Por primera vez en la historia de una fase final de 'La Roja' no habría jugadores del Real Madrid. Las críticas, como de costumbre en temas relacionados a Madrid y Barça, no se hicieron esperar. Pero algo pasaba con el zaguero oriundo de Camas, Sevilla.

Y era algo, que solo el piloto asturiano y unos pocos más conocían.

Ramos no estaba físicamente bien, como ha quedado demostrado con el tiempo. Cuatro meses después de eso, aún no debuta con su nuevo equipo, el PSG.

Antes de salir como titular en la derrota 2-0 ante Chelsea en la vuelta de las semifinales de Champions League, se perdió 19 de 21 jornadas en la LaLiga por distintas lesiones, entre ellas, la dolencia en la pierna izquierda... Misma que arrastra desde entonces.

Ramos, segundo máximo goleador (74) de todos los tiempos en LaLiga para un defensor tras Fernando Hierro (105), fue apenas el tercer central con más partidos como titular en el Madrid la pasada temporada (21) en todas las competiciones. Se veía venir un leve declive.

Ramos, de 35 años, buscaba extender su estadía en el Viejo Chamartín con un contrato multianual, a diferencia de como él mismo explicó luego, de una oferta inicial (y final) de un solo año que le ofrecía el club.

La propuesta, además, incluía una rebaja salarial debido al tema de la pandemia.

Florentino, muy sabio a la hora de negociar, retiró la oferta una semana antes de la despedida oficial de Ramos, acompañado de sus 22 títulos como jugador del conjunto merengue, de los cuales destacan cuatro Champions League y cinco ligas, entre otras importantes copas.

"No es un adiós, sino un hasta luego", reiteró Ramos, quien se estrenó con los blancos el 10 de septiembre de 2005.

Eventualmente, el defensor estampó su firma con el PSG por dos campañas hasta 2023.