La recuperación de las economías donde residen los migrantes de América Latina y el Caribe ha sido determinante para impulsar los flujos de remesas hacia sus países de origen, advirtió el especialista en datos migratorios y administrador de portal de datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Jeremy Harris.

Se refiere en específico a la acelerada reactivación que experimentó en el 2021 Estados Unidos, el país donde residen los originadores de remesas hacia México y Centroamérica, así como la mejor situación económica de España, de donde fluye una importante proporción de transferencias para el resto de América Latina.

Entrevistado por El Economista, sostuvo que el fortalecimiento del mercado laboral en los países originadores de remesas ha sido un motor para la solidez que siguen mostrando los envíos.

La perspectiva del BID es que el flujo de remesas se mantendrá creciente este año y el próximo, pero comenzará a moderarse hacia la tendencia habitual previa a la pandemia.

Encontró como factores de riesgo, que pueden impactar el poder adquisitivo de las remesas, a la inflación y así como algún desplazamiento en el tipo de cambio.

Remesas a migrantes en tránsito, difícil

El experto descartó que el flujo de remesas hacia los migrantes en tránsito por México pueda explicar el incremento de 27% de las transferencias que se observaron en el 2021.

Tomando los datos oficiales de Banco de México, el funcionario explicó que ingresaron al país 51,594 millones de dólares, monto que superó el flujo histórico recibido en el 2020. Esto es poco más de 40% de las transferencias captadas en todo América Latina y el Caribe, matizó.

El incentivo de los migrantes en la región es llegar a los países del triángulo norte y concediendo que se presentó un flujo de remesas a este grupo de migrantes, resultaría difícil confirmarlo con datos duros, pues Banco de México no reporta la nacionalidad de los receptores en México.

Gasto corriente, principal uso

Asimismo, el experto sostuvo que los giros que llegan a los hogares receptores de remesas siguen utilizándose para gasto corriente. Refirió como experiencia anecdótica que tras la crisis del 2009, los emisores de remesas en Estados Unidos consiguieron generar ahorros para enviar recursos a sus países de origen cuando se presenta un choque adverso. Pero no cuenta con información concluyente para suponer si los receptores de remesas dieron otro uso a los giros captados tras la pandemia.