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Recuperando la "Sex(n)sibilidad"

por Redacción
31-10-2021

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Es difícil creer que haya alguien a quien no le resulten desagradable estos "versos" de una conocida canción de trap del cantante Kidd Keo. Si bien es cierto que no todas las canciones de trap o reggaetón son tan explícitas y desagradables; la gran mayoría de música de estos géneros se caracteriza por hablar, de forma más o menos explícita de forma denigrante y humillante sobre el ser humano, en concreto de las mujeres.

Nos estamos acostumbrando a ver, leer y oír cosas con contenidos pornográficos. Es difícil percibir el impacto de estos mensajes, por tanto solemos infravalorarlo y normalizarlo. Especialmente, entre el mundo adolescente, donde su capacidad para recibir es mucho mayor que la de discernir. Es la moda; lo que se lleva, lo que se ve, lo que se oye…  

Esta influencia puede afectar directamente a la percepción que tenemos de cuestiones tan importantes como las dinámicas de una relación afectiva,  cómo funciona una relación sexual y qué significa tenerla, cómo se debe tratar a una mujer, qué tipo de información doy con el lenguaje de mi cuerpo, etc. 

Se han realizado muchos estudios sobre los efectos de la pornografía: efectos neurológicos, efectos sobre la conducta sexual y sobre la forma de entender la sexualidad. Estos estudios reflejan altos porcentajes en el consumo habitual de pornografía, sobre todo en adolescentes: 


● La edad de inicio de consumo de la pornografía está en los 8 años.


● Uno de cada tres niños entre 10 y 14 años visitan estas páginas con alguna frecuencia. 


● La forma de mirar a la pareja sexualmente pueden verse alterada por la pornografía.


● 81% de los niños de entre 13 y 18 años afirma haber observado pornografía como conducta normal. 


● El 96% de los hombres y 63% de las mujeres afirman haber sido expuestos o haber consumido pornografía durante la niñez.


Sin embargo, son mayores las cifras de gente que de forma habitual no consume pornografía. Y es, especialmente a este público, a quien va dirigida esta entrada. ¿Cómo nos afectan todos los inputs visuales, auditivos, cognitivos, que sin apenas darnos cuenta, recibimos constantemente cada día? “No hace falta buscar pornografía, navegas por internet y te encuentras con ella”