FUENTE MINERVA 

Fuerte corre el rumor sobre nuevas deserciones en PRI Jalisco. Apenas en días pasados,en esta Fuente Minerva, habíamos documentado la salida de personajes como Abel Salgado, Paloma Romo y Xavier Marconi para apoyar los proyectos electorales de Movimiento Ciudadano en Zapopan, pues ahora crece la versión de otro grupo de priistas zapopanos que dejaran al partido tricolor para apoyar al candidato de MORENA en Zapopan, Alberto Uribe. 

Aquí, en la Fuente Minerva, nos avisaron que Carlos García Arrellano y miembros de esa familia como Fabián García, José María Arteaga,  junto a otros liderazgos de esa localidad dejan al PRI desalentados por el maltrato de la dirigencia estatal y no darle la oportunidad a Carlos García de competir por la candidatura de ese partido. 

Desilusión, que ahora pasó a enojo y frustración, dada  la inexistente presencia de la candidata Saharí Cortés en la contienda electoral , lo que llevará al PRI a un espectacular naufragio que inclusive lo margine al quinto o sexto lugar, sin ninguna posibilidad de acceder a una sola regiduria. 

La decisión  de Carlos García y compañía es la evidencia del desastre que se avecina para el PRI Zapopan donde el  capricho por Saharí  será costosísimo. 

EL DEBATE DEL DEBATE 

El gran  interés de los debates es cuando se llevan al escrutinio público trayectorias de vida, contraste de personalidades y controversias por las propuestas.  Son históricos los debates donde frente a frente se encuentran dos poderosos candidatos y son decisivos en el resultado electoral. 

Lo anterior viene al caso después de observar el debate entre los 14, sí 14, candidatos a la presidencia municipal de Guadalajara. Hecho inédito por la enorme cantidad de aspirantes que provoca que la mayor parte del debate se pierda en un rosario interminable de propuestas, lugares comunes, repeticiones y falsas promesas.

Es cierto que todos los candidatos merecen ser tratados con equidad por los medios de comunicación  pero la realidad es que un ejercicio que puede ser de suma relevancia para que la ciudadanía pueda ir construyendo su preferencia electoral se diluye en el aburrimiento y lo intrascendente. 

La nota relevante del debate no fueron las propuestas y los temas propios de la elección de junio, sino la revelación , que no la acabamos de digerir, en cuanto a sus posibles consecuencias políticas, legales y éticas. El candidato de Morena, Carlos Lomelí, reconoció haber financiado las campañas electorales pasadas de Enrique Alfaro y Pablo Lemus lo que debería de abrir un capítulo de escrutinio y valorización sobre los acuerdos en lo oscurito de la nueva clase política jalisciense que llegó supuestamente a limpiar las viejas practicas del pasado. 

ADIÓS A LOS VIEJOS ALIADOS 

Desde hace tiempo las viejas organizaciones obreras afiliadas al PRI se venían distanciando de dicho partido. Primero fue la CROC del " Güero Barba" quienes desde el triunfo de López Obrador se decantaron por la 4 T y se involucraron con el movimiento sindical de Pedro Haces. 

Posteriormente la CTM marcó distancia con Ramiro Hernández y la falta de trato de la dirigencia estatal con los liderazgos más sobresalientes de esa central obrera resquebrajó una añeja relación. Hoy, la CTM Jalisco aparece más vinculada a los proyectos electorales de Movimiento Ciudadano y a favor de acuerdos con el gobernador Alfaro para garantizar la tranquilidad laboral de la entidad. 

Por otra parte tenemos a Antonio Álvarez Esparza líder de la FROC -aunque mantiene su lealtad institucional al PRI  - es conocido también su distanciamiento con la dirigencia estatal y sus recientes acuerdos con  Movimiento Ciudadano como es en el caso de Tlajomulco donde su yerno Gerardo Trujillo, expresidente del PRI en el municipio, aparece en la planilla del emecista Salvador Zamora. 

Todo lo anterior sirve para posicionar a las principales centrales obreras de la entidad de cara al proceso electoral. El PRI debe de olvidarse de sus viejos aliados que han emigrado en busca de mejores horizontes.