Durante los días de la regla es frecuente que las mujeres tengan dolor. Esto no suele ocurrir hasta después de los primeros 6 o 12 meses de la primera menstruación, cuando la ovulación empieza a ser regular. Lo más habitual es que comience a ocurrir a partir de los 14 a 16 años.
El dolor aparece porque durante los días de la regla se producen más contracciones del útero, debido a unas hormonas que se llaman prostaglandinas. Esas sustancias estimulan la constricción de los vasos sanguíneos para disminuir la hemorragia y también la contracción del útero para expulsar el contenido menstrual de la cavidad uterina y eliminarlo por la vagina.
Si el dolor está producido únicamente por la regla, hablamos de dismenorrea primaria. A veces el dolor empieza en edades más tardías, hacia los 18-20 años. En este caso hay que pensar que el dolor durante la regla puede ser debido a otras causas como quistes de ovario, endometriosis o algunas malformaciones, y será conveniente estudiar por qué se produce. Hablamos entonces de dismenorrea secundaria.
El dolor en la dismenorrea primaria en general es de tipo cólico, más intenso en la parte baja del abdomen (la zona de la pelvis) y puede extenderse hacia la espalda y los muslos. Suele empezar cuando empieza a salir sangre (la regla) o unas horas antes y suele ser más intenso durante los días de mayor sangrado. Algunas mujeres pueden tener náuseas, vómitos, dolor de cabeza, mareos, cansancio o incluso diarrea.
El dolor en la dismenorrea secundaria es más continuo, persistente y sordo, y va en aumento durante el periodo menstrual. Las principales causas de dismenorrea secundaria son: endometriosis, enfermedad pélvica inflamatoria, tumores uterinos y ováricos, congestión pélvica y malformaciones genitales. Excepto esta última causa, las demás son infrecuentes en la adolescencia y deben ser motivo de consulta al médico.