El retorno de Ricardo Anaya a la vida pública y su eventual presencia en la Cámara de Diputados quizás en nada alivie al país del desastre que prevalece en la economía, pero constituye un desafío a la Fiscalía General de la República que tiene en sus manos el caso de los supuestos sobornos a legisladores en el sexenio pasado con dinero de Odebrecht para aprobar la Reforma Energética.
Pero sobre todo desafía al presidente López Obrador que ha fincado en el caso Odebrecht-Etileno XXI su estrategia fundamental para hacer añicos a la oposición panista, incluyendo al ex presidente Felipe Calderón, y a los ex senadores Ernesto Cordero, Francisco Domínguez, Jorge Luis Lavalle, Salvador Vega Casillas y a Francisco Javier Cabeza de Vaca, y al ex diputado Ricardo Anaya.
En la denuncia de Lozoya, recibida por la FGR, el 11 de agosto de 2020, el ex director de Pemex dice que el entonces secretario de Hacienda, Videgaray lo instruyó “entregarle 6 millones 800 mil pesos, a Ricardo Anaya Cortes, quien había estado insistiendo reunirse …” con él.
En el encuentro, Anaya le habría comentado “sus aspiraciones a ser gobernador de Querétaro y que odiaba a su contrincante, el senador Francisco Domínguez por corrupto, pero que él había negociado con Luis Videgaray caso que se le apoyara para llegar a dicha gubernatura”.
Lozoya cumplió porque “el mensaje era claro… en la primera semana de agosto de 2014, el señor Norberto Gallardo, quien es miembro del Estado Mayor Presidencial y fungía como mi jefe de Escoltas y a quien me comprometo a presentar para que sea entrevistado, entregó el apoyo solicitado a un enlace designado por Anaya directamente en las instalaciones de la Cámara de Diputados, quien responde al nombre de Osiris Hernández… se cuenta con otro número celular desde el que me extorsionaba Anaya… la entrega fue realizada en el estacionamiento de la Cámara de Diputados”.
En su denuncia, Lozoya narra no haber dado crédito “cuando salió a los medios de comunicación el escándalo de Odebrecht y se decía que me habían dado dinero, todos los panistas, incluyendo a Ricardo Anaya Cortés pedían castigo, cuando ese dinero de Odebrecht que se recibió, es decir, el recibido por la continuidad del contrato de Etileno XXI por lo de Tula 1 y el remanente de lo que dieron durante la campaña fue para tener la disponibilidad de los recursos que exigían ellos. Estos recursos fueron para que votaran en favor de la Reforma Energética, de lo que ellos eran conscientes”.
El 20 de agosto pasado, Anaya contraatacó denunciando a Lozoya por daño moral. “Ahora soy yo quien está llevando el caso ante un juez, para que se investiguen los hechos y se valoren las pruebas. La verdad está de mi lado”, explicó en su cuenta de twitter.
Anaya presidió la Cámara de Diputados cuando la aprobación de la Reforma Energética. El 11 de diciembre de 2013 fue uno de los 354 legisladores que votaron a favor.