RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
En México es muy común que las personas electas por voto directo de la ciudadanía no cumplan con el período para el que fueron electos, ya que en su camino se atraviesa la ambición de otro cargo, sin importar si es de mayor o menor importancia que el que detentan.
Decenas de personajes políticos buscan el natural acomodo para garantizarse por otros años más en los círculos del poder.
Eso ha sucedido desde siempre, aunque la aprobación de la reelección para unos cargos públicos les permite nadar en aguas confortables.
La naturaleza humana es así y hay quienes exponen su carrera en busca de un futuro mejor, confiando en que los mismos electores que los llevaron al triunfo la ocasión anterior, repitan la historia.
El inmenso universo de cargos públicos que están en disputa provoca que decenas de personas decidan explorar otros terrenos, aunque la inmensa mayoría de ellos regresará o no al cargo que detentaban, sin la gloria anhelada.
El grueso de los competidores se encuentra entre los senadores con licencia que se aventuraron a buscar otros rumbos, en su ambición política o tal vez saturados del trabajo que se realiza en la llamada Cámara alta.
Quien ya tiene su boleto de retorno sin gloria al Senado es el polémico Félix Salgado Macedonio, el que después de ires y venires no fue registrado como candidato al gobierno de Guerrero.
El podrá debatir nuevamente con algunos de los que fueron sus pares y se aprestan para el regreso a sus oficinas de Reforma e Insurgentes.
Entre los que se da por hecho que regresará al hogar senatorial se encuentran Cristóbal Arias, con pocas oportunidades de ganar el gobierno de Michoacán, al igual que la priista Claudia Anaya, a la que se le dan pocas opciones de triunfo en Zacatecas.
Hay senadores que van en caballo de hacienda en pos de un gobierno estatal y casi no hay dudas de que lo conseguirán, como son los casos de Mauricio Kuri en Querétaro y Miguel Ángel Navarro, Nayarit.
Otros más están pasando apuros en la búsqueda del voto, ya que sus adversarios han crecido y el voto ciudadano será sumamente disputado.
En ese renglón se encuentran Alfonso Durazo, Sonora; Samuel García Nuevo León y Rubén Rocha y Mario Zamora, Sinaloa que están enfrascados en una dura batalla electoral.
Dos senadores optaron por la búsqueda de una alcaldía, un cargo en rango menor del que ostentaban: Jorge Carlos Ramírez que pretende la alcaldía de Mérida y Cruz Pérez Cuéllar que va por el ayuntamiento de Ciudad Juárez.
En el rango de alcaldes con mayores pretensiones el número de aspirantes es mucho mayor, aunque ellos no tendrán la opción de regresar a su cargo, si pierden el 6 de junio, por el poco tiempo que les resta.
Clara Luz Flores, busca el gobierno de Nuevo León, cargo al que también aspira Adrián de la Garza. Ella pidió licencia en Escobedo y él en Monterrey. Anabell Ávalos, alcaldes de Tlaxcala, pretende el gobierno estatal. Manuel Negrete y Layda Sansores alcaldes de Coyoacán y Álvaro Obregón, van en busca de los gobiernos de Guerrero y Campeche. Mario Moreno Arcos, presidente municipal de Chilpancingo atrae el voto en su campaña por el gobierno de Guerrero. Eliseo Fernández, alcalde de Campeche busca el gobierno estatal.
En Chihuahua, Maru Campos dejó el ayuntamiento de la capital en pos del gobierno del estado. Marina del Pilar Ávila pidió licencia en la capital de Baja California (Mexicali) para intentar ser la sucesora en el gobierno estatal.
Y en el rubro de alcaldes son varias decenas de ellos que buscan la reelección, así como diputados federales.
Con excepción de los senadores que fueron electos por seis años y pueden retornar a sus cargos si son derrotados, los alcaldes y diputados con licencia no tendrán oportunidad de retomar sus cargos por la premura de los tiempos.
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