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Relación entre dieta y fertilidad

por Redacción
10-03-2022

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El sobrepeso y la obesidad empeoran siempre el pronóstico reproductivo. Un ejemplo son aquellas mujeres con síndrome del ovario poliquístico las cuales a veces tienen obesidad y resistencia a la insulina. Estas pacientes pierden sus ciclos menstruales y ese es uno de los motivos por los que es más difícil quedar embarazadas, ya que no tienen ovulaciones espontáneas.

Estas mujeres pueden llegar a conseguir ovular espontáneamente solamente perdiendo peso y recuperando un peso normal. Por tanto, en ellas una dieta rica en fibra y baja en grasas, harinas blancas y azúcares de mala calidad (refinados) facilitará mucho las cosas.

Además, está demostrado científicamente que la obesidad aumenta el riesgo de aborto. Alimentarnos adecuadamente y hacer ejercicio físico serán factores beneficiosos para cualquier mujer.

Nutrientes y vitaminas importantes cuando se busca un embarazo

Vitaminas del grupo B

Folatos (la forma sintética es el ácido fólico). Es indispensable para la correcta formación del tubo neural del feto, ya que ayuda a la formación del ADN celular. Se encuentra en hortalizas de hojas verdes (apio, canónigos) y frutas cítricas.

Alimentos ricos en inositol (derivado de la vitamina B) presente en: cereales integrales, frutas cítricas, semillas y legumbres.

Resveratrol que se encuentra en los frutos rojos, uva roja, chocolate puro…. Ambos nutrientes pueden ayudar a mejorar el ritmo del ciclo menstrual y la calidad del óvulo.

Hierro

Unos buenos depósitos de hierro antes del embarazo o durante el primer trimestre harán que la anemia fisiológica de la embarazada, así como el parto y posparto (en el que el sangrado es abundante) sean mucho mejor tolerados. Importantes: legumbres, espinacas, mariscos…

Antioxidantes

Los encontramos en ensaladas de fruta y verduras, especialmente las de color verde, rojo y amarillos. Algunos ejemplos serían la col rizada el pimiento rojo y los arándanos. Lo ideal es limpiarlas bien y cocinarlas a mínima cocción, para que no pierdan sus propiedades. Si pueden ser de cultivo ecológico para evitar pesticidas todavía mejor.


  •     Vitamina E. Disponible en grasas como el aceite de oliva, las semillas y los frutos secos.
  •     Vitamina C. Facilita la absorción del hierro y multiplica la eficacia de la vitamina E. Presente en frutas como el limón, la naranja, la mandarina y el kiwi.

    Omega 3. Grasa poliinsaturada con muchísimos beneficios para la mujer y también para el hombre (formación de los espermatozoides). Lo que conocemos como "grasas buenas". Dietas ricas en aguacate, pescado azul (como el salmón), aceite de oliva, semillas de chía y frutos secos.

    Selenio. Se trata de un mineral que actúa como antioxidante y potencia la acción de la vitamina E. Se encuentra en los cereales integrales, levadura de cerveza, nueces de Brasil y piñones (entre otros). También es muy necesario para el hombre, ya que mejora la calidad y movilidad de los espermatozoides.

    Zinc. Mineral esencial para nuestro organismo. Su requerimiento es importante durante el embarazo y por ese motivo debemos tener niveles correctos. Lo encontramos en el plátano, polen de abeja, verduras de hoja (como la lechuga y espinaca) y en el germen de trigo. En los hombres mejora la morfología y motilidad de los espermatozoides.

En conclusión, podemos decir que la dieta es un factor a tener en cuenta para la salud reproductiva. Como concepto, debe ser libre de alimentos procesados, azúcares y harinas refinadas. Se deben eliminar el tabaco y el exceso de alcohol, así como las bebidas edulcoradas y aromatizadas.

La cafeína debe ser restringida, igual que la carne roja y el pescado rico en mercurio.


Si es posible, todos los alimentos deben ser orgánicos y lo más naturales posible, libres de pesticidas y toxinas que pueden actuar como disruptores endocrinos que interfieran en nuestras hormonas.