Finalmente, después de los debates, obstáculos y provocaciones previos al ejercicio de revocación de mandato; de los dimes y diretes, generados desde Palacio Nacional y por el jefe de la propaganda de AMLO, Epigmenio Ibarra o de comunicadores como Pedro Ferriz de Con, el día de ayer nos manifestamos los ciudadanos con las urnas vacías y el resultado se podría decir, es que ganamos todos, pero, principalmente el triunfo es de la democracia y del INE.
El INE cumplió
Y lo hizo como siempre, de forma impecable, cumpliendo a cabalidad su mandato constitucional de organizar los procesos electorales, contar los votos y emitir los resultados.
Otro ganador fue la democracia, la ciudadanía se expresó de diversas formas, acudiendo a la casilla, emitiendo la intención de su voto en la boleta, ya sea para que siga el presidente, para que se retire o anulando su voto, tal como lo hizo el mismísimo AMLO. Pero millones de mexicanos decidimos no acudir a las casillas, entendiendo que no ir también es una forma de participar.
Una de las condiciones de este ejercicio era el requisito de un 40% para hacerla vinculante y fuimos millones que decidimos hacer patente lo que no queremos y dejamos claro que el presidente debe permanecer en su cargo hasta la conclusión de su mandato como lo señala la Constitución.
Fue una jornada ejemplar en la que el INE instaló 57 mil 436 casillas, que representan un 99.98 del total, que transcurrió relativamente tranquila sin incidentes ni disturbios que pusieran en riesgo el ejercicio. De acuerdo con datos de la Fiscalía Especializada en materia de Delitos Electorales (FISEL) de la FGR, se recibieron alrededor de 14 denuncias por irregularidades.
AMLO logró su cometido
Si bien el ejercicio no alcanzó por mucho el 40% requerido para hacerla vinculatoria, es un hecho que la población tomó la decisión de que AMLO concluya su periodo de 2018 a 2024.
Hasta el momento de escribir este artículo, el conteo rápido del INE, por cierto, uno de los más precisos y confiables, arroja una participación del 18% del padrón, es decir, alrededor de 16 millones de personas, muy pero muy lejos de lo que se necesitaba.
Para hacerlo vinculante faltaron poco más de 21 millones de votos, pero la realidad es que para ello era necesaria una asistencia de más de 76 millones de ciudadanos empadronados, en pocas palabras el mensaje contundente de un 84% de la población con capacidad de votar es queAMLO en 2024 deberá terminar y retirarse, no sin antes rendir cuentas del estado que guarde su gobierno.
Como siempre, pareció el “negrito en el arroz”, Mario Delgado, el presidente de Morena, que fue captado haciendo el trabajo sucio de acarreo y tratando a personas de la tercera edad y a cierta población vulnerable, tristemente, una reedición de prácticas que ya habían sido eliminadas, como el ratón loco, el carrusel y provocando violencia para reventar casillas, otra vez evocando aquella cinta protagonizada por el actor Damián Alcázar, la Ley de Herodes que en esta jornada se convirtió en realidad.
Otro aspecto destacable es que, desde antes de la jornada, articulistas de muchos de los medios de comunicación, tanto electrónicos, como de la prensa y en redes sociales, advirtieron que habría que tener cuidado para evitar caer en provocaciones y confrontaciones. Así lo explicaron nuestra compañera Verónica Malo, Sara Sefchovich y muchos más, este tipo de acciones coadyuvaron a inhibir posibles actos vandálicos y de otra índole como los del líder de Morena, Mario Delgado.
Lo que viene
Seguramente en la mañanera de AMLO y en declaraciones de personajes como Mario Delgado nos encontraremos con discursos manipuladores y de disgusto, no lograron su objetivo de hacer vinculatorio el ejercicio en favor del líder supremo. Dirán que sí, que el 90% de los que asistieron votaron porque AMLO se quedara, pero es un argumento totalmente falaz, también escucharemos que fue por culpa del INE, porque no se instalaron el 100% de las casillas y algunas ocurrencias más.
Sin embargo, pese a que AMLO se equivocó al maniatar al INE con el presupuesto por razones políticas, lo cierto es que se demostró, que no eran necesarias tantas casillas. El INE organizó de tal forma que se juntaron varios distritos en una sola casilla y, aun así, permanecieron vacías.
Lo más destacable fue la participación ciudadana y sin duda, la actuación del INE, que nuevamente fue ejemplar, pero el triunfo es de la democracia porque la ciudadanía se manifestó contundente y claramente: AMLO termina y se va.