El Tribunal de Roma, última instancia de la justicia italiana, condenó a Robinho y a Ricardo Falco, amigo del jugador, a nueve años de prisión por violencia sexual cometida contra una mujer en una discoteca de Milán, en 2013.
La sentencia es firme, no cabe recurso y la ejecución de la pena es inmediata. Con esto, la justicia italiana puede pedir la extradición de Robinho y Ricardo. Pero difícilmente sucederá.
Esto se debe a que la constitución brasileña no permite la extradición. Con esto, es posible que Italia pida a ambos que cumplan sus condenas en el sistema penitenciario brasileño.
Jacopo Gnochi, abogado de la víctima, celebró la condena e hizo un llamamiento a la justicia brasileña.
"Más de 15 jueces analizaron el caso en primera, segunda y tercera instancia y confirmaron el informe de mi cliente. Ahora hay que ver cómo va a ser el cumplimiento de esta sentencia, Brasil es un gran país y espero que sepa afrontarlo con esta situación", dijo el abogado.
"Para nosotros hay que cumplir la pena. Si fuera en Italia, iría a la cárcel. Ahora la pelota será de Brasil, que se ocupará de esto en base a su Constitución", agregó.