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Rumiación: Deja de darle vueltas a lo mismo todo el tiempo

por Redacción
08-12-2021

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    El término rumiación, en psicología, es darle vueltas a un pensamiento, a una idea, o a un posible problema, de manera inconsciente y casi obsesiva, provocándote cierto malestar y haciéndose realmente complicado poder parar y salir de esa situación.

Te pongo un ejemplo: hoy en la oficina he escuchado por casualidad un comentario negativo entre dos compañeros e inmediatamente después empiezo a pensar que estaban hablando de mi y que esto sólo puede significar una cosa: mi despido. Así pues estoy durante una semana rumiando esa idea en la cabeza, pensando en ello constantemente, todo el rato, a todas horas, sintiéndome realmente mal, con cierto nivel de ansiedad y sin hacer absolutamente nada.

Rumiar es justo esto, una persona puede pasar un rato largo, toda la tarde o incluso durante semanas dándole vueltas a una idea o a un pensamiento que no es capaz de controlar, ni de conseguir que se aleje, y que sacado de contexto, suele ser bastante improbable.

Origen

Pensar durante todo el día es algo habitual en el ser humano, somos seres pensantes y los expertos dan cifras de hasta 60000 pensamientos que pueden darse en un día cualquiera en nuestra cabeza. ¡60000! ¿No te parece una barbaridad?

Pensamos para reflexionar, para solucionar, para proyectar, para evaluar, en el trabajo, estudiando, ante una nueva situación… todo esto forma parte de nosotros y tiene su función adaptativa.

Lo que no hay que pasar por alto y es lo que ocurre cuando lo normal, deja de ser tan normal y se convierte en patológico. De esta forma el pensamiento se vuelve obsesivo, entramos en bucle, se sale de nuestro control y nos genera malestar, ansiedad, incomodidad e interfiere de manera negativa en nuestra calidad de vida.

Romper el bucle

Sí se puede acabar con la rumiación una vez lo has identificado. No es imposible, es verdad que en ciertas ocasiones puede ser algo más complicado de lo que a priori se pensaba, pero con práctica, tiempo, ganas, la actitud necesaria y llevando a cabo ciertas estrategias, puedes lograrlo.

Aquí te dejo varias de ellas.

Identifica el momento en el que los pensamientos se enfrascan

Lo primero de todo y algo que es fundamental es detectar y darnos cuenta de cuando nos está sucediendo aquello que queremos llegar a cambiar. Esto es, hay que hacer consciente lo inconsciente. De esta forma, una vez detectado, cuando ocurra la próxima vez, seremos más rápidos de cara a intervenir.