¿Te has preguntado cómo manejar las finanzas en casa?

Esto te ayudará a administrar los gastos de una persona o unidad familiar con el fin de obtener los mejores resultados posibles. Dicho de otra forma, es una rama de la economía enfocada en la dirección de entradas y salidas de dinero.

Es importante, tomar en cuenta ciertos criterios que te facilitarán la organización y dirección de los bienes. Es cierto que nadie puede predecir qué va a suceder en el futuro, pero lo que sí es un hecho, es que podemos protegernos para éste.

Involucra a toda tu familia

Es importante educar y animar a tus hijos a que empiecen ahorrar desde pequeños. Empieza dándoles “domingos”, así ellos podrán aprender a administrar pequeñas cantidades de bienes.

Ser sinceros

Es importante, hablar con honestidad y de manera abierta, con tu familia o pareja. Plática sobre cómo se están dividiendo las responsabilidades y gastos, cómo podrán manejar esas finanzas basadas en los ingresos y gastos fijos que presentan. Aquí, es donde se podrán dar cuenta si necesitan ajustes en los presupuestos.

Prevenir gastos de mantenimiento y reparaciones

Mantenernos al corriente en las reparaciones del hogar, coches y muchos otros bienes que nos ayuden a evitar gastos mayores en un futuro.

Toma control de tu crédito

Es de suma importancia reducir o eliminar las deudas, manteniendo tu crédito al día. Para facilitar este proceso; solicita tu reporte de crédito y corrige cualquier aspecto que esté perjudicando a la economía del hogar.

Reduce gastos, incluso cuando no sea necesario.

Sin duda, ajustar un presupuesto puede llegar a ser el proceso más complicado, pero nunca imposible. Hacer junto con tu unidad familiar una lista de gastos tanto fijos como variables. En cuanto a las variables, éstas son las que van a jugar a nuestro favor. Estos gastos podemos adecuarlos y reducirlos. Un gran ejemplo para disminuir estos desembolsos; es importante poner un día específico para realizar el supermercado, además hacer una lista ayuda a comprar solo lo necesario y no agregar cosas que se nos antojan.