Nuño Leal
Suena la primera alarma en el
cuartel general de Movimiento Ciudadano.
La candidatura de Juan José Frangie en Zapopan no prende y parece que el
candidato ya llegó a su tope. La eventual derrota de Frangie sería una especie
de crónica anunciada debido a que desde los tiempos preelectorales al seno del
círculo rojo alfarista no le veían “espolones al gallo”.
Fue la presión de Pablo Lemus en
la cima de la cúpula del gobierno estatal, sus intentos de amenazas y chantajes,
lo que inclinó la balanza a favor de su acólito. Se le advirtió que quizás Frangie sea un buen
administrador de restaurantes y cafeterías, pero no reunía los atributos para
ser un buen candidato.
Hoy Frangie está metido entre
dos fuegos, el que proviene de MORENA y su hiperactivo candidato, Alberto Uribe
y de los dardos flamígeros de Pedro Kumamoto de FUTURO, por lo que todo apunta
a su colapso por sus limitadas capacidades para proyectarse como candidato.
Para el candidato emecista lo
mejor, lo ideal, es que ya fueran las elecciones ya que cada día que pasa, la
ventaja con la que inició la campaña se diluye constantemente a pesar de los
refuerzos y auxilios que recibe.
SEMÁFORO NARANJA
A Juan José Frangie se le
viene ayudando desde diferentes espacios con la finalidad de levantar su
campaña y no se provoque el primer gran desastre electoral de Movimiento
Ciudadano en Jalisco.
En primer lugar, actores
externos a su entorno, operaron para que liderazgos priistas se sumaran a su
proyecto y pudieran jalar a sus activos. Así, convencieron al expresidente del
PRI en Zapopan y excandidato a la presidencia municipal Abel Salgado para
ponerse la camiseta naranja. Casi en paralelo, MC incorporó a dos valiosos
activistas del PRI zapopano, el exregidor Xavier Marconi y Paloma Romo. Hace
días, sumaron a Salvador Rizo también excandidato a la presidencia municipal, pero
por diversas razones no se nota la presencia de dichos personajes en la
campaña.
Por otra parte, Pablo Lemus ha
generado eventos para empatar agendas, proyectos y propuestas metropolitanas entre
Guadalajara y Zapopan, pero los resultados en el ánimo de los electores
zapopanos no ha sido el esperado.
Por último, se le ha echado la
mano desde las estructuras corporativas, pero desaprovecha las oportunidades.
El ejemplo más reciente es que el pasado fin de semana le acomodaron un evento masivo
con maestros. Los resultados, según nos reportan algunos de los asistentes, fue
desastroso.
Un discurso acartonado,
distante y frío que generó desilusión en los maestros de tal manera que al
finalizar el evento fueron muy pocos los que se acercaron a saludar al decaído
candidato.
SEMAFORO ROJO
En Tlaquepaque, Movimiento
Ciudadano ya prendió las luces rojas. Cada día que pasa se nota más allanado el
camino para el triunfo de Alberto Maldonado. Aunque la campaña de Beto
Maldonado no ha sido la más novedosa e impactante del área metropolitana existe
en la ciudadanía un amplio sentimiento por la alternancia a favor de la 4T.
De hecho, su lema de campaña, “Tlaquepaque,
La Puerta Grande” tampoco ha sido muy afortunado para transmitir la idea de lo
que Maldonado quiere para la Villa Alfarera.
Maldonado ha picado piedra
desde hace mucho tiempo. Hace años buscó infructuosamente ser candidato por
Zapotlanejo y se le cerraron las puertas. La ola provocada por AMLO lo tiene en
la antesala de un triunfo impensable hace poco tiempo. Ojala tenga claro lo que
hará desde la presidencia municipal.