Los Atlanta Braves, que ganaron solo 88 juegos de temporada regular -la menor cantidad para un equipo de playoffs este año- están en el Clásico de Otoño por primera vez desde 1999 y buscan su primer título desde 1995.
Los Houston Astros, por su lado, disputan la Serie Mundial por tercera ocasión en el último lustro y aspiran a su primer título desde 2017.
: Ozzie Albies. Baker sabe que es el hombre que cambia el juego, bien sea con protagonismo o no. Dos de las cuatro victorias de Atlanta ante los Dodgers fueron gracias a Albies, sin contar su aporte defensivo, pues en esta etapa esas llamadas "carreras salvadas a la defensiva" tienen un peso tan grande que no hay como valorarlo. Baker sabe que es el catalizador de los Braves. Si bien, Eddie Rosario viene caliente, Austin Riley y Freddie Freeman representan peligro, Albies es el hombre que le cambia el ritmo al juego y en un abrir y cerrar de ojos te gana el juego. Lo demás es situacional de un juego de pelota entre dos grandes equipos.
Para Dusty Baker, su peor pesadilla es en sí misma la Serie Mundial. El sueño debe irse de Baker cada vez que piensa y recuerda que tuvieron que pasar dos décadas para regresar, después de perderla frente a los entonces Anaheim Angels en el 2002. El manager de los Astros tiene todo en su currículum y es muy probable que aún siga dirigiendo porque quiere y necesita su anillo de campeón.
Es el duodécimo manager con más victorias en las Grandes Ligas; los otros 11 ya ganaron Serie Mundial.
Para ganar, lograr su objetivo tendrá que encontrar la manera de batear contra los lanzadores zurdos de Atlanta Tyler Matzek, A.J. Minter y Will Smith, quienes sólo han permitido dos carreras combinadas y nueve hits en 24.2 innings de trabajo en playoffs, con 35 ponches, sin cuadrangulares.
Altuve y Correa. Son como Starsky y Hutch, como Batman y Robin, como Tango y Cash, como Sponge Bob y Patrick, Mickey y Pluto o Mario y Luigi Bross. Son demasiado peligrosos como para asumir que es fácil detenerlos. Sí, es cierto, han sido dominados, han sido destrozados en el escarnio público, han sido criticados, burlados y golpeados con pelotazos a mil millas. Al final, los campeones de la Liga Americana son de nuevo ellos y están en la Serie Mundial.
Son el alma del clubhouse de los Astros. Sin ellos no hay motores en ese cohete, sin ellos Houston tiene un problema y puede perderse en el espacio. Tú puedes pensar en cómo ganarle a Houston y piensas en estrategias ante Altuve y Correa. Mientras gastas tiempo en determinar el plan, el juego te lo gana Yuli Gurriel, Yordan Álvarez, Michael Brantley, Alex Bregman o hasta José Siri. Entonces, quien realmente causa todo el problema es la dupla de Altuve y Correa. Es por eso que, si los Astros dejan ir a Correa después de esta temporada por no darle un contrato que le agrade, se acaba la dinastía.
