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Sexo en pareja o masturbación, ¿qué prueban antes las mujeres?

por Leticia Montes
25-06-2021

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Hacer el amor con una misma es uno de los secretos femeninos más inconfesables. Si ni siquiera la mano izquierda sabe lo que hace la derecha, ¿cómo podríamos confirmar que, tal y como sugieren las encuestas, las mujeres inician sus primeras relaciones de pareja sin haber conocido la masturbación? ¿De verdad la sexualidad de la mujer se mantiene aletargada hasta que llega un hombre a despertarla? Que el hombre inicia su vida sexual con la masturbación y llega a las relaciones de pareja algo más tarde está claro, pero con respecto a la mujer, hay mucho que decir.

Los datos que podemos manejar son contradictorios, si bien todos confluyen en una teoría que confirma la terapeuta sexual estadounidense Betty Dodson: "Desde la infancia hasta la madurez, la masturbación le produce a la mujer un sentimiento de vergüenza y culpabilidad". El psicólogo Raúl Padilla dice que es cierto que, por norma general los varones inician su vida sexual con la masturbación y las mujeres en pareja. También afirma que "detrás de esta realidad podría estar el mito no superado aún de la bella durmiente, según el cual, cuando la niña alcance la edad adecuada, aparecerá un príncipe que la despertará con un beso de amor a la sexualidad". Son, dice, las huellas de la educación patriarcal, que relega la sexualidad femenina a la pareja, dejándola desposeída de su propia búsqueda de placer.

Realmente la masturbación espontánea ocurre por igual en ambos sexos, pero la búsqueda sistemática del orgasmo a través de la estimulación estereotipada de los genitales se inicia, según Padilla, antes en el varón, "quizás por la represión selectiva de los adultos de referencia". Un metaanálisis llevado a cabo por la Universidad de Utrecht en colaboración con el Instituto Psiquiátrico de Nueva York asegura que la razón de su estreno sexual, tanto en hombres como en mujeres, es porque sus amigos e iguales lo hacen. Los investigadores analizaron 58 estudios de 15 países sobre la conducta sexual de casi 70.000 adolescentes y comprobaron que lo habitual es actuar por imitación y bajo la presión del grupo.