Entre los problemas sociales con más resistencia al cambio se encuentra
la violencia contra las mujeres. Llevamos décadas en el trabajo de sensibilizar a
los hombres y transformar al sistema patriarcal a fin de lograr el respeto y
evitar la agresión. Los esfuerzos siguen.
Esta práctica violenta es aprendida y
reforzada en diferentes escenarios de la vida cotidiana, y es también
atendida y combatida desde una diversidad de esfuerzos institucionales y de
organizaciones ciudadanas.
En la Ciudad de México
hay un liderazgo especial en el tema, impulsada por la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum,
acompañada por la Fiscal Ernestina Godoy y expresada también
en la concentración poblacional más elevada en una delimitación
territorial en el país:
la Alcaldía Iztapalapa.
En ese espacio su titular, la
alcaldesa Clara Brugada, convocó a una serie de instituciones, entre
ellas el Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia en la CDMX, para
coadyuvar en la aplicación del programa “Siempre
Vivas”.
La iniciativa atiende la problemática en forma directa, y para ello la
Alcaldía
ha puesto un empeño
digno de ser destacado.
Ha identificado territorialmente el crecimiento del fenómeno de violencia
familiar durante la pandemia.
La Alcaldía ha capacitado con perspectiva de género
a 230 mujeres que serán
Orientadoras Familiares. Su trabajo consiste, a partir de ayer, en visitar,
casa por casa, las 10 colonias con mayor incidencia de esta problemática, con la encomienda de brindar
información para sensibilizar sobre el tema en el seno familiar e iniciar el diálogo sobre las opciones de apoyo que
provee “Siempre
Vivas”.
De manera escalonada se realizarán las visitas y las asambleas con el
objetivo de impulsar acciones participativas para empoderarlas. Además, se
trabajará en
la sensibilización con actividades lúdicas y culturales, así como en mensajes permanentes en las
calles de las colonias afectadas.
Será un
trabajo titánico
por la magnitud del tema y el tamaño de la población, y la propia alcaldesa
Brugada lo ha reconocido. El objetivo es desterrar la carta de naturalidad de
la violencia y lograr el respeto a cada uno de sus habitantes, de manera
especial a las mujeres.
Este esquema de vida libre de
violencia y de valoración del trabajo doméstico tiene como meta cerrar el año con 40 mil visitas domiciliarias. A cada
institución participante; la
Fiscalía
de Justicia, la CDHDF, la Secretaría de las Mujeres del Gobierno de CDMX,
el Consejo Ciudadano de la CDMX y la Alcaldía, le corresponderá al menos hacerse cargo del trabajo y
resultados en una colonia.
El problema tiene una radiografía específica. El 66.1% de las mujeres de 15
años en adelante han sufrido al menos un incidente de violencia emocional,
económica, física, sexual o discriminación a lo largo de su vida en al menos
un ámbito, de acuerdo al INEGI.
Paradójicamente el hogar, que tendría que ser el lugar más seguro, es en donde se realizan las
agresiones a cargo de familiares, padres, parejas, ex parejas, y en ocasiones
hijas e hijos. El Consejo Ciudadano tiene una labor permanente en el tema: opera 24/7 la Línea Mujer y Familia, así como el Chat
de Confianza, ambos en el 55 5533 5533.