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Solo con autorregulación y marcos internacionales la IA proporciona ventajas competitivas a las empresas

por Redacción
29-06-2025

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La inteligencia artificial (IA) llego para quedarse, y sólo las empresas que la conozcan bien tendrán ventajas y como afirma Francisco Carlos, especialista en transformación digital, el verdadero reto no radica en los algoritmos, sino en cómo las organizaciones se adaptan para utilizar esta tecnología de manera efectiva, estratégica y ética.

 “Un modelo de IA que evalúa créditos puede ser tan eficiente como peligroso. Si no lo vigilas, puede terminar discriminando a ciertos segmentos de la población sin que nadie lo note”, advierte Francisco Carlos,

Más allá del entusiasmo tecnológico, hablar de inteligencia artificial hoy significa replantear cómo se toman decisiones, cómo se conforman los equipos y cómo se enfrentan riesgos invisibles, como los sesgos que pueden replicar los modelos automatizados. “Un modelo de IA que evalúa créditos puede ser tan eficiente como peligroso. Si no lo vigilas, puede terminar discriminando a ciertos segmentos o grupos de personas sin que nadie lo note”, alerta el director de GeneratIA.

 

La IA no va a reemplazar a las personas en el futuro cercano. Serán las personas que sepan usarla quienes desplacen a las que no lo hagan, advierte el especialista

Su implementación efectiva requiere más que tecnología: exige una transformación profunda en los procesos, la cultura organizacional y el desarrollo del talento humano. La capacitación continua y estratégica se vuelve indispensable para evitar que la brecha digital se convierta en una barrera competitiva.

La publicación de la Norma internacional ISO/IEC 42001 en diciembre de 2023 busca atender precisamente estos dilemas. Ofrece un marco de gobernanza, gestión de riesgos y ética para organizaciones que están empezando a implementar IA o que desean hacerlo con bases sólidas.

El panorama regulatorio, sin embargo, avanza lentamente. En países como México, el debate está en curso, pero aún lejos de consolidarse. Muchas empresas enfrentan una decisión ineludible: esperar a que llegue la regulación… o tomar la delantera: “La autorregulación no es una opción: es una necesidad”, señala.

La propuesta concreta incluye la creación de Centros de Excelencia en Inteligencia Artificial (AI CoE), donde se integren líderes corporativos, expertos técnicos, equipos legales y áreas operativas. La idea no es adoptar la IA como una moda, sino integrarla al corazón mismo del negocio: “Se trata de construir cimientos sólidos. La IA es como un río: no se detiene, pero sí podemos dirigir su cauce”.

El argumento no es sólo ético; también es competitivo. Según PwC, las organizaciones que incorporen IA con criterios de responsabilidad y propósito ganarán ventaja en productividad y reputación. En sectores como el financiero, los beneficios pueden ser significativos en múltiples procesos internos, desde la atención al cliente hasta la evaluación de riesgos.

Para las organizaciones que inician este camino, contar con asesoría especializada puede marcar la diferencia. Francisco Carlos sugiere apoyarse en entidades técnicas con experiencia en la materia. Entre ellas, destaca la labor de BSI Group, organismo que participa activamente en el desarrollo de normas como la mencionada ISO/IEC 42001 y que acompaña a empresas en su implementación ética y regulatoria.

“No basta con adoptar tecnología. Hay que saber construir con ella, como un lego. Bloque por bloque, con propósito y dirección”, concluye Francisco Carlos, CEO de Generat IA.