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¿Sometieron al INE?

por Manuel Díaz
20-12-2021

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En la 4T ya no sabemos qué pasa, si gana la razón, la Ley, el sometimiento o si simplemente imponen su santa voluntad. Al claudicar frente al Instituto Nacional Electoral (INE), el compañero presidente y camarada Andrés Manuel López Obrador completó una jugada maestra.

Ha hecho creer a los mexicanos que se trata de una defensa del INE cuando en realidad, de lo que se trata, es de un fracaso al juntar las firmas para su consulta. Queda claro que la gente no quiere ratificarlo y que la gente no quiere revocarlo, lo que la gente quiere, es que gobierne y dé resultados.

Dicho de otro modo, la consulta no avanzaba como lo pretendía el compañero presidente y por ende, el INE ha caído, por voluntad propia o por sometimiento, en la trampa que les puso AMLO, es decir, con el recorte de presupuesto no darles presupuesto, no lograr juntar las firmas y sin embargo, hacer notar que el INE es el “verdugo”.

Logró que aparentemente sea el INE quien les niegue ir a un acto democrático por el que los ciudadanos por años luchamos como la revocación de mandato y llevar este ejercicio al fracaso y tener a quién culpar y victimizarse.

Ojalá hubiera sido unánime que actuaron en congruencia con la Ley, simple y sencillamente dijeron, hay que esperar a la corte a que dé resultados.

Andrés gana perdiendo

Pero Andrés con su habilidad política, cuando vio no podía juntar las firmas, simple y sencillamente claudicó ante el INE, pero al hacerlo, con esa genialidad y capacidad de manipular las cosas a su favor, lo sometió y los consejeros que votaron en contra duda de porque votaron en contra, sus principios, los sometieron o se vendieron.

Aquí una de las preguntas es ¿tienen también cola que les pisen como Ministros, como secretarios, gobernadores, presidentes municipales, que, cuando se oponen un poquito al presidente, son sometidos con la Ley y con los verdugos de la Fiscalía especializada? He ahí el punto, he ahí en dilema.

Por lo pronto, tenemos a un compañero Andrés nuevamente victimizado, con unos feligreses que lo apoyan totalmente y lo peor un INE debilitado, que puede ser sometido ante la propuesta del cambio del Instituto para ponerlo de regreso, como en los setentas, a cargo de la Segob.

Se cuestione la validez del instituto electoral.

Sí el presidente quería y quiere el ejercicio de revocación de mandato, por qué le redujo la participación presupuestal al INE para la revocación de mandato. ¿Dónde está la trampa y qué busca con ello? ¿Quiere que el INE falle en la organizar de elecciones y con ello provocar que la administración de los procesos electorales pase al gobierno federal?

La relación de AMLO con el INE históricamente ha sido muy mala, sólo lo ha reconocido en dos ocasiones, en el 2000 cuando gano la jefatura de gobierno de la CDMX y en el 2018 cuando gano la presidencia y su partido la mayoría del Congreso. Hay que recordar que en 2000 AMLO retó al IFE imponiéndose como candidato a la CDMX sin reunir los requisitos de ley para contender en la capital del país a base de chantaje y amenazas y habrá que decirlo, ahí sí se cayó en la trampa.

Ya estando AMLO en el poder, el INE parece ser un verdadero estorbo a sus fines y en cada oportunidad lo descalifica como en las elecciones intermedias de 2021, donde la votación de su partido Morena cayó y perdió el control de la mayoría absoluta en la Cámara de Diputado.

Lo hizo también en la farsa de la consulta ciudadana para “enjuiciar” a los expresidentes, por cierto, un procedimiento que no tenía razón de ser, ya que solo fue un instrumento propagandístico de AMLO que costó más de 500 millones de pesos.

La Ley de Revocación puso contra la pared a sus promotores, al presidente y a su partido, ya que a pesar de que ellos elaboraron y aprobaron la iniciativa, al final no la han podido cumplir.

De acuerdo con la Ley se requiere:

  1.     Solamente podrá ser solicitada por ciudadanos que lo harán con la presentación de firmas que alcancen el tres por ciento de la lista nominal de electores de cada una de al menos, 17 entidades y que el número al final alcance al menos el tres por ciento de la lista nominal de electores.
  2.     El INE emitirá los lineamientos, formatos y medios para la recopilación de firmas. Verificación de requisitos. Emitir convocatoria. Promoverá la participación ciudadana y será la única instancia a cargo de la difusión. Organización, desarrollo y cómputo de la votación.
  3.     Los ciudadanos podrán recabar firmas durante el mes previo a la conclusión del tercer año de periodo constitucional. • Participar en la votación libre, directa y secreta el día de la votación.
  4.     La Para que se reconozca la validez del proceso deberá comprobarse una participación de, al menos, el 40% de personas inscritas en la lista nacional.

Hasta ahora, se han visto ineficaces ya que solamente han logrado el 26% de las firmas requeridas y no han podido despertar el interés de la ciudadanía en este ejercicio.

El INE esta amenazado con un arma de doble filo ¿qué pasa si el INE lleva el ejercicio de revocación de mandato sin los recursos? Primero, no se instalan todas las casillas necesarias para realmente abrir la consulta a la ciudadanía, sería parcial y discriminatoria. En segundo lugar, no se tendría el cuidado necesario para garantizar la participación libre de la ciudadanía.

De llevarlo en esas condiciones el ejercicio, el INE quedaría totalmente desprestigiado, quedará en entredicho no se sabría si realmente se alcanzó el 40% requerido para ser vinculatorio y la intención del voto de los ciudadanos quedará a discusión por falta de credibilidad, cualquiera que sea el resultado y el único perdedor sería el INE.

Apegados a la ley de que es la ciudadanía que decide si solicita la consulta y considerando que AMLO tiene tan buena calificación, no existe una razón para la revocación de mandato. ¿Por qué la necedad? O solo es puro egocentrismo y narcisismo como lo hacen ver Nahle, Ebrard, Sheinbaum que el INE no quiere hacerlo para evitar confirmar la “popularidad de AMLO”.

El presidente no es el rey de la primavera, se hace para ver si hace bien o no su trabajo.