Jesús Sánchez
El contraste de la política exterior de México es muy grande,
exageradamente suavecita con Trump y rejega con Biden.
Por eso los expertos se atreven a concluir que la política exterior mexicana
se parece cada vez más al queso oaxaqueño, por enredado.
Hasta parece que en Palacio Nacional añoran el trato de Trump. “No vamos a
caer en provocaciones de los conservadores”, decía una y otra vez #YaSabenQuien
cada vez que Donald Trump presumía que México estaba pagando y con creces la
construcción del muro fronterizo.
A unas horas del cambio presidencial en EU, el panorama es
inexplicablemente tenso.
Vamos por partes. Para 2021 los expertos coinciden en que la recuperación
de México dependerá en gran medida de la reactivación económica de Estados
Unidos. Pero en Palacio Nacional siguen apostándole a la recuperación inercial
y milagrosa de México.
Es un hecho que los ambiciosos
planes de Joe Biden para enfrentar la pandemia y estimular la recuperación en
EU y que están respaldados con algo así como 1.9 billones de dólares, nos
jalará positivamente y beneficiará indudablemente a la economía de México. El
T-MEC es la clave.
Aunque ojo, para no sumar peras
con manzanas, hay que distinguir que las remesas que envían nuestros paisanos
que trabajan en EU son un tema aparte y no es un logro del gobierno mexicano.
No es para presumirlo.
La economía mexicana se recuperará, cierto, pero alcanzaremos los niveles
de crecimiento de 2018 hasta dentro de un lustro, o sea hasta el próximo
sexenio.
Tres puntos de conflicto
Uno.
El 11 de enero los secretarios de Estado, de Energía y Comercio de EU, enviaron
una carta a la cancillería y a sus contrapartes en Energía y Economía, en la
que hicieron un duro extrañamiento al bloqueo de la inversión privada en
materia energética y las medidas que se han tomado para favorecer a los
dinosaurios de Pemex y la CFE. Los funcionarios de EU se mostraron preocupados
por el incumplimiento de los compromisos de México en el marco del T-MEC, lo
cual, dijeron, provoca incertidumbre, daña la inversión en México y afecta
proyectos privados que fueron respaldados por Estados Unidos.
El proyecto de gobierno de Biden está sustentado en las energías verdes, mientras
en México la generación de energías renovables está muy limitada. Vaya lío.
Dos. El embajador Cristopher Landau se mostró preocupado y hasta frustrado por
la indiferencia y falta de cooperación de las autoridades mexicanas en el
combate al crimen organizado, especialmente por el rechazo al equipo ofrecido para
controlar el tráfico de armas en las fronteras.
De continuar los malentendidos entre los funcionarios de México y EU, los
delincuentes van a seguir fortaleciéndose, dijo Landau. Y tiene mucha razón.
Tres. El manejo del tema Cienfuegos traerá consecuencias serias, sobre todo por endosarle
a las autoridades judiciales de EU haber inventado el caso. La gota que derramó
el vaso fue la publicación del expediente que entregó el gobierno de EU a
México de manera confidencial, que además de violar el Tratado de Asistencia
Legal Mutua, pone en duda si podrán seguir compartiendo información en las
investigaciones del gobierno mexicano contra criminales, dijeron.
Y el colmo, el expediente divulgado por la FGR de su propia investigación tenía
cientos de páginas marcadas en negro, lo que terminó como una vacilada. ¿Ton´s?
La pregunta que inquieta de ambos lados de la frontera es qué o quién está
motivando el cambio de actitud frente al discurso de cooperación y buena
vecindad entre los gobiernos de México y Estados Unidos. ¿A quién le sirve esta
tormenta?
Columnómetro de Aquiles Baeza
1.- Ojalá nos equivoquemos pero…
Temen expertos laborales que la mayoría de
Morena en el Congreso esté preparando la aprobación de una iniciativa que
eliminaría por completo cualquier tipo de subcontratación laboral, lo que acarrearía consecuencias muy peligrosas para México.
Hoy y mañana se reanudan las mesas de
trabajo entre iniciativa privada, autoridades y sector laboral para llegar a
consensos en materia de subcontratación. Desafortunadamente los pronósticos no
son los mejores.
El año pasado se pospuso la aprobación de
la iniciativa sobre este esquema enviada por el presidente López Obrador a la
Cámara de Diputados.
Se realizaron dos Parlamentos Abiertos y éstoseran los acuerdos logrados
por consenso: Uno, que no era necesario prohibir la subcontratación sino
diseñar una mejor regulación para erradicar las malas prácticas de esta
actividad y, dos, crear un padrón nacional de empresas de subcontratación, que
pudiera transparentar y homologar las actividades de dicho sector.
A casi un año de estas negociaciones, el riesgo
de que los acuerdos sean ignorados es grande.
Los legisladores de la 4T no admiten que el outsourcing es
un recurso que ayuda a evitar una mayor caída en el empleo generada por la
pandemia, permite crear trabajos formales, estimular el uso de herramientas
digitales y nuevas tecnologías, e, incluso, apoyar a la emergencia sanitaria.
Ya se verá.
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