Las restricciones decretadas para prevenir contagios de Covid-19 en todo el mundo han limitado la asistencia a los estadios de fútbol, por lo que hoy en día es común ver inmuebles vacíos, lo que le resta algo de sabor a este deporte.
Para alegría de muchos aficionados, recientemente el Comité Ejecutivo de la UEFA aprobó este martes que la Supercopa de Europa se dispute con un número reducido de espectadores.
De este modo el estadio Puskas Arena, de Budapest, donde el próximo 24 de septiembre disputarán el título el Sevilla y el Bayern de Múnich podrá tener aficionados pero solamente con el 30% de su capacidad total.