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Tetralogía de Fallot

por Leticia Montes
15-07-2021

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El corazón normal está formado por cuatro cavidades (dos aurículas y dos ventrículos) y 2 tabiques que separan dos circuitos de circulación: pulmonar y sistémico, respectivamente.

Las cardiopatías congénitas cardiacas son alteraciones estructurales del corazón producidas durante el periodo embrionario (etapa del embarazo en la que se forman los órganos). Representan la malformación congénita más frecuente en la población, afectando a 4-8 de cada 1000 recién nacidos vivos.

Las cardiopatías congénitas se clasifican  según su repercusión sobre la oxigenación del cuerpo y la presencia o no de cianosis (color azulado de la piel y mucosas):

  • Cardiopatías no cianógenas: la cantidad de oxígeno en la sangre es la  misma que en cualquier niño o adulto.
  • Cardiopatías cianógenas: la cantidad de oxígeno disponible en la circulación es menor que en la población general y cursan con cianosis.
  • ¿Qué es la tetralogía de Fallot?

    La tetralogía de Fallot es la cardiopatía congénita cianógena más frecuente. Representa un 5% del total de las cardiopatías congénitas.

    Se trata de un defecto en el desarrollo de una estructura denominada “septo infundibular” que se encuentra entre los dos ventrículos lo que altera la circulación normal de la sangre dentro del corazón. Agrupa 4 defectos (tetralogía) en el corazón:

    1. Comunicación interventricular (CIV): existe un “agujero” en el tabique que separa los dos ventrículos, comunicándolos.
    2. Cabalgamiento aórtico: en condiciones normales, la aorta recibe sangre a través de su válvula únicamente del ventrículo izquierdo. En la tetralogía de Fallot la aorta recibe también sangre del ventrículo derecho.
    3. Obstrucción del tracto de salida del ventrículo derecho: la localización anómala del septo “interrumpe” la salida normal de la sangre desde el ventrículo derecho a la arteria pulmonar de forma que se encuentra un “obstáculo”.
    4. Hipertrofia del ventrículo derecho: directamente relacionado con esta obstrucción en la salida, el ventrículo precisa bombear la sangre con más fuerza por lo que desarrolla mayor musculatura para mantener la circulación pulmonar.