Conforme se acerca el final del sexenio del gobierno estatal, surge el ímpetu para la sucesión del gobernador. Los columnistas y articulistas, así como diversos medios de comunicación, principalmente las redes sociales, refieren actividades, críticas y golpes bajos a quienes de variadas formas se muestran, para evitar caer en la falta legal, y expresan sus legítimas aspiraciones. Alguna ocasión me comentaba el Profe Hank que la fortaleza del grupo en el que hacía política, era que se ponían de acuerdo en quien estaba mejor posicionado para lograr la decisión presidencial.
Lo demás era consecuencia sabida. Así lograron sobrevivir en el poder a muchos cambios presidenciales. Parece que poco ha cambiado. Esa era y es la Política, unir la fuerza disponible. Conozco la carrera exitosa de mis paisanos desde la oposición al grupo gobernante del Estado y del País. Especialmente la labor de alianzas y proyección promovidas por el Doctor Higinio Martínez, cercano a Heberto Castillo, a Cuauhtémoc Cárdenas y a Andrés Manuel López Obrador, para impulsar a destacados personajes como Horacio Duarte y Delfina Gómez, entre otros. Hay que darle tiempo al tiempo, para que las decisiones y acciones ocurran, pero no por inercia. Se trata que avancen, evolucionen, maduren, como cuando se trata a un paciente. Y de esto, el Dr. Higinio Martínez, como médico lo sabe.
Al paciente lo diagnostica, determina el mejor camino a seguir y observa la evolución del resultado de la medicina, dieta o hasta de la cirugía, por eso felicitaciones por la Convención Estatal del Corazón con Esperanza. La paciencia y la comprensión del tiempo necesario para lograr el resultado deseado son estratégicos. Persistencia, insistencia, pero no impaciencia para obtener buenos resultados.
Como decía Immanuel Kant: La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia es la debilidad del fuerte. Saber esperar, plazos y fechas. Tiempo para meditar cada decisión, para evitar perder el presente, que es lo disponible hoy, aquí y ahora. Seguir el proverbio Persa: La paciencia es un árbol de raíz amarga, pero de frutos dulces. Nada de sentarse a ver que la vida pase. Es decisión y acción, desde la serenidad y la prudencia. Saber esperar para cuando lleguen las oportunidades. Tiempo y paciencia con acciones.
Mauricio Valdés